Terrible cisne negro
apareció en la campaña. El escándalo por las contrataciones de Niembro apareció
en el escenario político y las campañas se tiñeron de un clima de permanente
denuncia.
El oficialismo, que
lleva como candidatos diputados a Julio De Vido (presente en prácticamente
todos los escándalos de corrupción de estos últimos doce años) o Máximo
Kirchner (imputado por Hotesur) o como candidato a Gobernador a Aníbal
Fernández (que todavía tiene que explicar su vinculación con la mafia de la
efedrina), cree tener autoridad moral para señalar con el dedo a Macri. Y del
otro lado, desde el macrismo, van a la defensiva, agitando el fantasma de la
“campaña sucia” sin explicar nada. Dejan que las denuncias en su contra se
acumulen. A pesar de que referentes del periodismo como Lanata o Longobardi
hayan expresado sus dudas con el tema e incluso le hayan pedido la renuncia a
su candidatura al periodista deportivo, el macrismo sigue defendiendo (aunque
es indefendible) a Niembro.
Si esto va a influir
en las elecciones de octubre o no se verá con el tiempo. Pero considero que hay
algo positivo en todo esto. Y para esto quiero remitirme al 2003.
Cuando Kirchner sale
segundo en las presidenciales todo conducía a una victoria aplastante en la
segunda vuelta. Esas fueron las razones de la renuncia de Menem. Pero en ese
momento a nadie le preocupaba quién era Kirchner, que había hecho o que habían
hecho sus candidatos. La urgencia de sepultar políticamente al menemismo fue
más urgente –valga la redundancia– que el deber ciudadano de investigar a sus
candidatos.
En este caso estamos
ante un escenario parecido. La urgencia de terminar por el kirchnerismo lleva a
una gran parte del electorado a votar por Macri. Una decisión que por cierto es
respetable.
Pero así como la
intención es darle el poder a Macri para sacar al kirchnerismo del poder
también eso supone una gran responsabilidad en la ciudadanía. Si ya se saben
estos negociados del macrismo es entonces necesario exigirles mayor
transparencia y, en caso que lleguen al poder, controlarlos más de cerca. Si
dicen ser el cambio entonces que lo demuestren.
Que a pocas semanas
de la elección este dato salga a la luz (aunque no es ni por asomo el único
caso) probablemente influya en las encuestas, si bien en lo personal pienso que
no (si el menemismo con toda la corrupción que se sabía fue reelecto en el 95 o
Cristina fue reelecta en el 2011). Pero más allá de eso sirve para no endiosar
a Macri ni darle un cheque en blanco. Para prestar atención a la hora de votar
y una vez que haya ganado, si es que gana, a cuáles serán sus pasos. No darle
la misma vía libre que se le dio al kirchnerismo ignorando sus falencias.
ACTUALIZACIÓN 17/09: Finalmente Niembro renunció, al igual que lo había hecho su socio Mezza hace unos días. Esperemos que esto no quede en la nada.