sábado, 26 de diciembre de 2015

La intervención en el AFSCA y el AFTIC: Límites de legalidad

Vamos a analizar los hechos más recientes con respecto a

1) ¿La intervención es legal?
 Estrictamente, ateniéndonos al texto constitucional, si. El artículo 99 inciso 7 de la Constitución es claro:

Artículo 99.- El Presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones: 
1. Es el jefe supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración general del país.[...] 
7. Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de negocios con acuerdo del Senado; por sí solo nombra y remueve al jefe de gabinete de ministros y a los demás ministros del despacho, los oficiales de su secretaría, los agentes consulares y los empleados cuyo nombramiento no está reglado de otra forma por esta Constitución.

 Podrá argumentarse que a ser el AFSCA y el AFTIC organismos autárquicos quedan exceptuados de esto, ya que ambos tienen sus respectivos reglamentos internos para remover a sus directorios. Sin embargo, eso pondría a esas leyes por encima de la Constitución. Lo cierto es que el Presidente tiene plena potestad para sacar a los directores de ambos entes.

2) ¿La intervención es conveniente?
 En lo personal pienso que no. Teniendo antecedentes funestos como el nombramiento de los dos jueces en comisión, el Gobierno debería manejarse con sumo cuidado, teniendo en cuenta para su construcción de poder a la opinión púbica y a la oposición kirchnerista.
 Como ya se dijo, tanto la ley de medios como la ley de telecomunicaciones tienen sus respectivos mecanismos de remoción de directorios de sus autoridades de aplicación. El Gobierno debió recurrir a ellos, ya que la gestión de Sabbatella ha tenido muchos baches e incluso tiene denuncias en contra.  Como la remoción por esa vía podría resultar improbable, la intervención por decreto debió aparecer como último recurso y no como primera instancia. Nuevamente se observa en el gobierno macrista una urgencia (a mi entender injustificada) que puede acarrear costos políticos.

3) ¿Cómo sigue el AFSCA y el AFTIC?
 Este decreto solo cambia el directorio de los organismos, pero no modifica sustancialmente las leyes. En cambio, el decreto 13/2015 si supone un cambio en la ley. Mientra que la ley de medios actual (y su predecesora) establecían como autoridad de aplicación (antes el COMFER, ahora el AFSCA) a organismos autárquicos presuntamente independientes (si bien en el primer caso estuvo constantemente intervenido y en el segundo su titular, Sabbatella, carecía de independencia), el decreto coloca tanto a la AFSCA como a la AFTIC bajo la órbita directa del Ministerio de Comunicaciones, es decir, del poder central, dejando de ser organismos descentralizados.
 Si bien la autarquía per sé no implica independencia total (como ya se dijo), el hecho de incorporarlos a la administración central, ya que incluso muchas de sus funciones quedan bajo la órbita del Ministerio de Comunicación, le quitan independencia. En otras palabras, era conveniente que ambos organismos siguieran siendo autárquicos e independientes de la administración central para preservar justamente esa independencia.
 Al mismo tiempo, al tratarse de leyes sobre aspectos tan importantes y con tantos intereses en juego, era menester tratarlas en el Congreso. Aunque Macri y Aguad digan que las leyes no se tocan, lo cierto es que si las están modificando por decreto. Y ni siquiera las modifica abiertamente, sino de forma encubierta (esto es, no dice "quede modificado el artículo X de la ley Y").
 Este antecedente, al igual que la designación de los jueces, es preocupante. Demuestra que el Gobierno en su ansia por acabar con la herencia kirchnerista está dispuesto a actuar por decreto. Si bien en la mayor parte de los casos lo hace dentro de las leyes (aunque yo dudo que la designación de miembros de la Corte esté dentro de la Constitución), el hecho de no recurrir al Congreso en sesiones extraordinarias se choca de frente con las pretensiones de democracia y republicanismo de las que Cambiemos hacía gala durante la campaña.

4) ¿Qué conclusiones se pueden sacar?
 Que Macri no debe excederse en el usos de sus atribuciones y que debe ser más astuto para percibir que, luego de años de decretos compulsivos (Néstor) y Congreso escribanía (Cristina) la sociedad está buscando que haya más consenso y debate parlamentario. Esto no implica aceptar las hipócritas criticas del kirchnerismo, que se cansaron de violar la Constitución durante estos últimos años. Implica tener una forma racional y crítica de contemplar a la política y señalar los errores. Los jueces en comisión estuvo mal (y estuvo bien su aplazamiento), la modificación de las leyes de medios y de telecomunicaciones estuvo mal, y el desplazamiento de Sabbatella fue legal, pero innecesario en sus formas.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Balance de la primera semana de Macri

 Hace apenas una semana Federico Pinedo Mauricio Macri asumía la presidencia de la Nación. Existía una gran expectativa al respecto, por tratarse de un cambio total de signo político y la primera vez en mucho tiempo que asumía un gobierno de corte política diferente.

 Finalmente, luego de siete días, este es mi balance de su gestión. Claro que una semana no es parámetro de nada, pero sirve para ya ir marcando algunas líneas. Además esta semana fue bastante movida.

Lo positivo
 Fundamentalmente las políticas económicas. La eliminación de las retenciones, la quita de restricciones para el mercado externo y, fundamentalmente, la salida del cepo cambiario son medidas muy positivas para revitalizar la economía y darle más impulso a los mercados. Veníamos de una década en donde imperó la lógica que el Estado debía manejar todo y regular todo. Las consecuencias están a la vista.
 Claro que esto no es una solución en sí misma y que estas medidas serán acompañas de una devaluación y de ajustes. Sin embargo, lo que se debe reconocer es que finalmente se terminó con una situación económica asfixiante. Es la salida del 1 a 1, que debió haber sido mucho antes del 2002, que cuando ocurrió tuvo resultados negativos pero que después empezó a ser positiva. A diferencia de aquel entonces, el país no está en una situación tan negativa, por lo que es de esperar que las consecuencias no sean tan malas.
 Otra cosa que quiero rescatar es la declaración de emergencia eléctrica. El estado de las empresas proveedoras (casi quebradas y con facturas subsidiadas a precios ridículos) es lamentable y urgía una intervención por parte del Estado. Espero que esto se traduzca en una mejora del servicio, con el ajuste tarifario y la inversión necesaria.

Lo negativo
 Sin duda la grotesca intervención del Poder Ejecutivo en otros poderes. Por un lado, el decreto que le quitaba autarquía al AFSCA incluyéndolo en el Ministerio de Comunicaciones, que modificaba por DNU una ley votada por el Parlamento. Por otro, el escandaloso nombramiento de dos jueces para la Corte Suprema. Si bien aparentemente es constitucional (aunque tengo mis reservas sobre el artículo 119 inc. 19 de la CN, para mí un juez no es un "empleado", y mucho menos un ministro de la Corte, que necesita 2/3 del Senado para su nombramiento), me opuse y me seguiré oponiendo a esta medida, que representa un retroceso y hace bastante mal a la independencia de los poderes, uno de los motivos que motivó mi voto a Macri.
 Por lo tanto considero que el hecho de tratarse de jueces independientes con gran trayectoria, el acuerdo con la Corte para aplazar las asunciones hasta febrero y el hecho de permitir que el Senado discuta su nombramiento (y que no queden nombrados hasta el 30/11) son hechos positivos. Pero estos decretos son motivo de preocupación para quienes consideramos que la división de poderes debe ser un pilar fundamental de la política (y no me refiero a los kirchneristas hipócritas que recién ahora descubrieron la Constitución) y espero que hayan sido excepcionales.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Carta abierta al Presidente Macri

Buenos días señor Presidente. Yo no pertenezco al PRO, ni a la UCR, ni a la CC, ni al "macrismo". No soy un militante de Cambiemos. Soy un ciudadano independiente pero que sin embargo votó por usted en octubre y en noviembre. Lo voté convencido de que era necesario terminar de una vez con los atropellos y la falta de república que caracterizó a la gestión anterior.

Festejé el momento en que supe su victoria en la segunda vuelta. Festejé también la llegada de las 00:00 del 10 de diciembre, sabiendo que ya había terminado la pesadilla. Y verlo en su discurso inicial, saludando a quienes fueron sus rivales y sin gritar, ni agredir ni insultar fue muy emocionante. Creí que volvimos a ser un país normal y republicano.

Pero no por eso voy a callarme ni a hacer oídos sordos. Por haberlo votado sin ser yo de su corriente política creo tener derecho a exigirle que cumpla con ciertas cosas para saber que mi voto no fue en vano y que me convenza. Saber que usted no solo vino a terminar con el kirchnerismo.

No como vidrio y sé perfectamente de las reglas políticas y de las promesas que suelen hacerse en campaña. Pero aún así le quiero comunicar una serie de cosas que espero que usted cumpla.

_Más allá de los fallos de la Corte quiero pedirle que cumpla fielmente con una vieja deuda que tiene este país: Dejar de lado el matriz unitario y empezar a trabajar en un país federal, en donde todas las provincias estén integradas y tengan derecho a contar con sus riquezas sin que el Estado central se los confisque y sin que se recompense o se castigue a la provincia según el gobernador.

_Quisiera que tras una década en donde la droga encontró en la Argentina un paraíso para a distribución y la producción haya un Estado dispuesto a combatir el narcotráfico, persiguiendo a los que trafican y matan, ayudando a los que consumen a salir de su enfermedad.

_No quiero que los cargos públicos sean para gente que no es idónea. No quiero ministerios o secretarías en manos de militantes juveniles sin experiencia o familiares. No quiero que el Estado se convierta en una agencia de empleo otra vez.

_No quiero que desde el Gobierno nos mientan diciéndonos que estamos mejor que Alemania, no quiero no saber cuantos pobres hay ni quiero que se rían en mi cara dando índices de precios falsos. Quiero algo tan sencillo y básico como transparencia.

_Como dijo en su discurso, quiero que no haya corrupción, ni de funcionarios ni de empresarios amigos. No quiero que el Estado siga siendo una cueva de ladrones. Sepa señor Presidente que voy a estar alerta y ante el primer atisbo voy a denunciarlo desde mi humilde lugar. No es una amenaza, solamente quiero recordarle que voy a ser un ciudadano responsable que vigilará a sus autoridades.

_Remitiéndome otra vez a su discurso, le pido que deje de haber "justicia opositora" o "justicia oficialista" para el lado que sea. Que la justicia sea justicia, que sea ciega, equitativa, que se deje trabajar a los jueces o fiscales responsables y se sancione a los irresponsables.

_Una de sus promesas fue la atracción de inversiones extranjeras. Confío en que así será, pero le pido que esas inversiones no firmen tratados secretos, que no se sancionen o veten leyes o decretos sólo para esas empresas, que esas inversiones sean realmente beneficiosas para el países, generando riqueza que se quede en el país, dando trabajo y no contaminen. Queremos que de una buena vez haya políticas serias y maduras.

_Le pido que los medios públicos dejen de hacer proselitismo oficialista. Que sean medios para la difusión cultural y la pluralidad de voces. Nunca más programas fanáticos. Le pido también terminar con la distribución de pauta que beneficia solo a los empresarios serviles.

_Quiero que haya planes para combatir la pobreza, que no se descuiden los planes, pero que haya educación y trabajo digno, para ayudar a progresar a la gente y no para tenerla agarrada sumida en la pobreza. Aunque quizás la responsabilidad sea demasiado grande, espero que ponga su granito de arena para recuperar la cultura del trabajo.

_Quiero que la educación sea un pilar. Quiero que haya escuelas con alumnos, docentes profesionales y universidades de la que se egrese gente capaz.

_Quiero que la salud sea prioritaria. Que terminen la desnutrición y las enfermedades de la pobreza, y que no haya ni un solo hospital en este país sin insumos.

_Quiero pedirle que la inseguridad sea prioridad. Terminar con la connivencia de las Fuerzas de Seguridad con el delito y terminar con ese falso "garantismo" que piensa más en el delincuente que en la víctima.

_Quiero que las empresas de servicios no sean deficitarias ni ineficientes. No quiero que se sostenga más esa bandera de que algo "por ser nuestro" es bueno. Quiero que el Estado administre o controle (según el caso) con responsabilidad y eficiencia.

_Le pido que las medidas que haya que tomar para salir de los problemas que la administración anterior le dejó se tomen de forma responsable, sincera y sin desatender a ningún sector. Le pido también que no siga con las políticas populistas que en nombre de una supuesta "redistribución" sigan alargando esta agonía. Presiento que un ajuste es inevitable, por eso le pido, en tres simples palabras: Que sea leve.

_Y por sobre todas las cosas, le pido que sea un gobierno democrático y republicano. Que no avance sobre los poderes. Que dialogue con la oposición tanto en el Congreso como con los gobernadores o intendentes. Que no abuse del poder que más del 51% del país le dio haciendo cadenas constantemente o usando discursos para faltar el respeto a los opositores. Que no convierta a su partido en una religión como hicieron algunos predecesores. Que su gobierno sea transparente y no le mienta a la gente. Que no considere al periodista opositor como "empleado de las corporaciones" y que no trate como "golpista" a los que piensan distinto. Que haya políticas de Estado, para que este Gobierno y los que vienen se mantengan en temas clave, consensuados y que sirvan a todos.

Usted en sus actos de campaña y sus discursos prometió muchas de las cosas que yo acabo de decir. Le tomo la palabra. Y si no las cumple sepa que se lo voy a señalar y seré crítico, pero sin pedir que se ponga en riesgo su gobernabilidad. Porque, a pesar de esta década que pasó, yo si aprendí lo que es la república y la democracia.

Un cordial saludo

martes, 8 de diciembre de 2015

Requiem para el proyecto (y para la Emperatriz)

 Aquí yace un proyecto político transformador que se abusó de la buena fe de miles de argentinos. Que convirtió a gente joven que podía ser útil en militantes lobotomizados capaz de dejar que violen a una de sus hijas por "el proyecto". Que le dio planes y subsidios a los pobres pero nunca les dio la oportunidad de progresar, alimentando un círculo vicioso de asistencia estatal. Que tenía todo para convertir al país en una potencia y lo convirtió en uno de los países con mayor inflación y menor libertad económica del mundo. El proyecto que nos vino a desendeudar a costa de aumentar la deuda interna, desfinanciando a todos los organismos estatales. El proyecto que nos mintió con los índices de inflación y nos ocultó los índices de pobreza. El proyecto que nos hablaba de federalismo mientras le robaba recursos a las Provincias y mientras gastaba miles de millones para subsidiar a las clases medias de Capital y el Conurbano.

 Aquí yace el proyecto que nos quiso alejar del imperialismo, aunque vetó leyes a pedido de la Barrick Gold y sacó decretos a pedido de Chevron y Monsanto. Quiso alejarnos de las potencias y nos alió con regímenes totalitarios como Irán, Cuba, China o Angola, democracias autoritarias como Rusia o Venezuela.

 El proyecto que nos quiso hacer creer que tenemos menos pobres que Alemania, mientras en las provincias olvidadas del Norte morían por desnutrición o enfermedades curables niños pobres. Ese proyecto que quería pluralizar voces, mientras beneficiaba con jugosas pautas multimillonarias a periodistas y empresarios mediáticos amigos. El proyecto de redistribución, que hizo que legisladores o funcionarios asuman cargos sin donde caer muertos y terminen con yates, countries y aviones privados. El proyecto que decía que la inseguridad era una "sensación", que no dejaba comprar dólares libremente pero que el cepo al dólar no existía y que no había que decir cuantos pobres había porque era "estigmatizarlos".

 Este fue el proyecto que le abrió las fronteras a los carteles para que envenenen con drogas a los jóvenes (ricos y pobres). Que fue capaz de darle la jefatura del ejército a un ex-represor con tal de manejar los servicios de inteligencia. Que dijo que no iba a reprimir la protesta social, porque prefería espiar organizaciones opositoras o desalojar esas protestas con barras bravas o patotas armadas. Que dijo que iba a renovar la política y terminó aliándose a los peores sindicalistas, gobernadores, intendentes y punteros. Que cuestionaba a Colón mientras en el Interior perseguían y torturaban indígenas y campesinos. Que recuperó las empresas estatales después de dejar durante años que las usen para hacer negociados los empresarios amigos. Que implementó políticas ferroviarias recién después de que murieran 52 personas.

 Termina el proyecto que nunca entendió de que se trata la república y la división de poderes. Que entendía que el Congreso era una escribanía donde todo se aprobaba a libro cerrado por orden de "la jefa". Que entendía que la justicia tenía que serle adicta y donde al juez o fiscal que osara investigar al poder había que despedirlo o perseguirlo. Que entendía que el Ministerio Público no tenía que ser extrapoder, sino dependiente del Poder Ejecutivo. Que entendía que los organismos de control tenían que encubrir a los poderosos y no controlarlos.

 El proyecto que engendró empresarios amigos enriquecidos, casos de corrupción escandalosos, concentración económica en pocas manos, funcionarios públicos multimillonarios, provincias pobres, una situación económica complicada (pocas reservas, alta inflación, déficit enorme, recesión, economías regionales en ruinas), personalismo mesiánico (ponerle Néstor Kirchner a todo), inseguridad, educación en crisis, falta de estadísticas oficiales, campañas sucias contra opositores, fanatismo cuasi-religioso... y a eso muchos le llamaban "proyecto nacional y popular", de "redistribución", de "inclusión". Me olvidaba: Este proyecto engendró la triste situación de un fiscal que denuncia a la Presidenta y a los pocos días horas aparece muerto.

 Como sea, ya se terminó.

 Y la Emperatriz que quería ser eterna no será eterna. A partir del 11 será una ciudadana más. Ya no tendrá a mano el Tango 01 para viajar de acá para allá. Ya no tendrá la cadena nacional para hablar en todos los medios para anunciar cosas tan relevantes como un show de stand-up o la inauguración de una canilla. Ya no tendrá a su disposición el patio de la Rosada para arengar a sus soldados. Ya no podrá convertir al poder en una religión como cuando juró por Dios, por la Patria y por su esposo muerto. Ya no podrá convertir al Gobierno en una empresa familiar, como cuando se hizo poner la banda presidencial por su hija o llenó los cargos públicos con amigos íntimos de su hijo.

 Tendrá sus millones, tendrá sus hoteles, tendrá sus terrenos, tendrá su departamento en Recoleta. Pero ya no tendrá el poder. Por más que no quiera entregar la banda o el bastón, por más que ponga excusas de golpes de Estado inexistentes para no ir al Congreso. Ya no tendrá el poder.

 Tanto ella como sus seguidores pasarán a la oposición. Algunos dicen que van a resistir, porque de democracia no saben nada y creen que se trata de una guerra. Otros ya están buscando acomodarse con el próximo líder del peronismo, sea quien sea.

 Pero EL PROYECTO MURIÓ. Ya no existe. ¿Hizo cosas buenas? Quizás. ¿Hizo cosas malas? Muchas. ¿Cómo se lo recordará? Eso lo verán las futuras generaciones.

 Pero ya está. Se terminó.

 Gracias por los servicios prestados. Pero no vuelvan más. Vayan directo a la cloaca de la Historia y no vuelvan. Lo repito: EL PROYECTO MURIÓ

sábado, 5 de diciembre de 2015

La Historia reciente según el kirchnerismo

 Como parte de su construcción religiosa el kirchnerismo intentó construirse un pasado. Así como los antiguos emperadores inventaban haber sido descendientes de héroes o dioses.  Pero el kirchnerismo fue más allá. No sólo inventó un pasado idílico de Néstor y Cristina. También inventó un contexto en el pasado.

 Con fines de análisis voy a dividir el pasado en cuatro divisiones. Por motivos obvios habrá dos que trascenderán más que el resto.

1_Los ‘70
Relato: “Los militares y sus cómplices civiles tomaron el poder el 24 de marzo de 1976 inaugurando un plan genocida. Los únicos que resistieron fueron los desaparecidos y las Madres de Plaza de Mayo.”

 Esta historia a priori es verdadera. Pero hay varias cosas por observar. La primera es el hecho de considerar como día clave el 24 de marzo. Nadie duda que la dictadura instaurada desde ese día fue la más brutal y sanguinaria que vivió la Argentina, pero no se puede olvidar que en el siglo XX hubo otras cinco interrupciones al orden democrático: 1930, 1943, 1955, 1962 y 1966. En muchos de estos casos se instauraron dictaduras que también mataron, torturaron, hicieron desaparecer y censuraron. ¿Qué sentido tiene recordar solo la última?
 Otra mentira o media verdad consiste en olvidar el contexto previo. Entre 1973 y 1976 la Argentina vivía una democracia endeble. Más allá de la violencia de los grupos subversivos, el Estado Nacional por aquel entonces dio el puntapié inicial en el terrorismo estatal y paraestatal sistemático. Desde la masacre de Ezeiza al Operativo Independencia, pasando por las ejecuciones extrajudiciales de guerrilleros, los primeros centros de detención, las protestas brutalmente reprimidas y los primeros casos de apropiación de bebés nacidos en cautiverio. El mayor exponente de este terror en democracia fue la Triple A. Si se trata de recordar a los “compañeros detenidos-desaparecidos” también hay que recordar a esos de esos tres años previos.
 Y finalmente, la glorificación de la “juventud maravillosa”. Si bien nunca se vio que explícitamente el gobierno reivindicase a los grupos armados de izquierda, si se vieron actos implícitos, como el discurso de Cristina el 22 de agosto de 2012 en un acto en homenaje a Envar El Kadri (fundador de las Fuerzas Armadas Peronistas) o la participación de funcionarios o legisladores kirchneristas en los actos por el Día el Montonero.
 No caben dudas que la violencia de la dictadura fue genocida. Pero tampoco cabe dudas que el ERP y los Montoneros fueron grupo lisa y llanamente terroristas que atentaron contra gobiernos democráticos, realizando actos repudiables desde todo punto de vista. Una vez instaurada la dictadura, la violencia armada podría ser considerada un acto de resistencia armada, pero aún en este contexto hubo episodios de violencia injustificada, como el atentado en la casa del Almirante Lambruschini que se cobró la vida de su hija Paula. Tampoco se debe olvidar que estos grupos no pedían la democracia liberal representativa, sino instaurar regímenes socialistas.
 Es incorrecto equiparar la violencia de ambos grupos y hablar de “daños colaterales”, ya que en el caso de la dictadura hubo un liso y llano plan de exterminio y persecución. Y por supuesto que también es incorrecto reivindicar ese terrorismo estatal o considerar que Videla, Massera y su troupé sean héroes.
 Pero no es incorrecto para nada recordar que en los años 70 el país atravesó una situación de violencia armada. No es incorrecto tampoco recordar que esos grupos armados eran criminales y anti-democráticos. Y tampoco es incorrecto recordar a las víctimas de esos grupos.
 Por eso es absurdo recordar el 24 de marzo como feriado. Si hay un día que debería ser feriado es el 10 de diciembre, el día que marcó el regreso definitivo a la vida democrática y el rechazo total a la violencia política.


2_Los ‘80
Relato: “Raúl Alfonsín fue el primer kirchnerista. Él peleó contra las mismas corporaciones que nosotros. Por eso un verdadero alfonsinista es kirchnerista.”

 Esta visión la sostienen sobre todo grupos pseudo-radicales filo-kirchneristas como el Movimiento Nacional Alfonsinista de Leopoldo Moreau o Los Irrompibles de Leandro Santoro. Estos grupos se volvieron cada vez menos opositores hasta terminar uniéndose al kirchnerismo.
 ¿Qué se puede decir de esta visión? Por supuesto que la santificación de ciertas figuras es siempre malo. Pero resulta raro que lo hagan los K quienes durante años ningunearon totalmente a Raúl Alfonsín. Fue allá en el 2004 cuando Kirchner pidió perdón por tantas décadas de ignorancia a las Madres, olvidando cruelmente el Juicio a las Juntas. Porque para este retorcido punto de vista juzgar a los líderes de la dictadura dos años después de terminado el régimen y con las FFAA aún con poder (como lo demostrarían los alzamientos carapintadas) es igual de valiente que descolgar un cuadro de Videla en el Colegio Militar veintiun años después de recuperada la democracia y con las FFAA ya debilitadas y desguasadas. Haber sufrido cuatro levantamientos y haberlos enfrentado entrevistándose personalmente con los amotinados (más allá de la consideración posterior que se pueda tener de las leyes del perdón o incluso de los indultos) es igual de valiente que gritarles “no les tengo miedo” a un ejército sin municiones ni tanques, una armada con barcos que se incendian y una fuerza aérea que no radariza ni tiene aviones útiles. El propio Alfonsín confesaría haberse sentido dolido por esa omisión.
 Con respecto al tema de las corporaciones, la economía alfonsinista no era precisamente nacional y popular. Cabe recordar que tuvo como ministro a un tecnócrata como Juan Vital Sorrouille que implementó el Plan Austral, que contó con el visto bueno del FMI y el Banco Mundial. Incluso por aquellos años el gobernador Menem proponía su “economía popular de mercado” frente a la “economía de corte netamente monetarista” de Alfonsín. También conviene recordar que el kirchnerismo que quiere empresas estatales para todo reivindica al alfonsinismo que intentó dar los primeros pasos en las privatizaciones o la asociación con privados en el sector ferroviario, petrolero o de transporte aéreo. Y por último, si quieren hablar de la pelea de Alfonsín con Clarín, también recuerden que Menem también estuvo peleado con Clarín.
 Finalmente, la idea de ver en don Raúl a un kirchnerista no se condice con el testimonio del ex presidente durante los años del kichnerismo. En el 2006 durante el juicio a Etchecolatz dijo que Kirchner quería “reinventar la historia” sobre la dictadura, y dijo: “Me la jugaba en el Proceso y otros ni aparecían”. En el 2007 diría que el santacruceño era “una personalidad autoritaria con su propia gente” y que era “hegemónico en cuanto a su acción de gobierno”. Si es verdad que el “padre de la democracia” no simpatizaba por Macri y Carrió, tan cierto como que en sus últimos meses de vida se reunía seguido con Julio Cobos como forma de relanzar a la UCR luego del voto no positivo.

3_Los '90
Relato: “La década del ’90 fue de privatizaciones. Se vendió el Estado. Se fundió.”

 Es un acto bastante común por parte del kirchnerismo fustigar completamente a esa época. A pesar de la privatización de YPF, de la boleta que compartieron Kirchner y Menem en el ’95 o de las palabras elogiosas de Cristina para con Cavallo hasta bien entrados los 2000, ahora resulta que los ’90 fueron una época oscura y tenebrosa.
 Sin embargo, sería bueno recordar que, como ya hemos dicho en párrafos anteriores, la historia no es un montón de burbujas, sino una corriente con rupturas y continuidades. El menemismo no escapa a eso. Si pensamos que Menem y sus secuaces fueron simplemente villanos que aparecieron de la noche a la mañana para arruinar un país perfecto y que todo lo malo que viene pasando es por culpa de Menem estamos bastante errados.
 En primer lugar, cabe recordar la situación del país cuando Menem asumía: Déficit, default, índices récord de pobreza y desocupación, empresas estatales que eran nidos de amiguismo e ineptitud y la peor hiperinflación que haya tenido lugar en esta parte del mundo. Menem prometía contrarrestar esto con la revolución productiva y el salariazo.
 Claro que hizo todo lo contrario, ajustando, privatizando y arrancándole cuatro ceros al austral para crear una moneda cuyo valor estaba atado al dólar.  La pregunta es ¿cómo estaba el mundo en ese entonces? Fin de la guerra fría, colapso del bloque comunista y el triunfo del Consenso de Washington que proponía este tipo de soluciones o similares para salir de estas crisis en el tercer mundo. Pero antes de que eso ocurriera ya se podía prever que la situación del Estado era insostenible, por eso el gobierno de Alfonsín encaró hacia el final de su gestión proyectos para iniciar tímidamente privatizaciones.
 Por supuesto que las cosas se hicieron. Y mal. Las privatizaciones fueron un desfile de negociados corruptos, no hubo ningún plan para al menos aliviar las consecuencias sociales de la desaparición de tantas empresas y la forma en que se encaró ese plan de reforma del Estado puede considerarse al menos desprolijo. Pero eso no quita dos verdades esenciales: 1) El plan de ajuste era inevitable, y 2) Si las empresas estatales fueron un desastre y las privatizadas también lo fueron, entonces el problema es más profundo que un debate puramente ideológico.
 El 1 a 1 siguió durante más de una década. Nunca hubo un plan para salir paulatinamente de ese esquema que a los pocos años ya había demostrado estar obsoleto. Algo similar a lo que pasa ahora, con esta equivalencia entre el peso y el dólar que no sirve para conservar las reservas del BCRA y favorece la venta ilegal.
 Los kirchneristas sacan entonces un as bajo la manga: Hablar del contexto internacional, de las crisis de las hipotecas subprime, la crisis en Europa o las devaluaciones en Brasil y China. Eso explicaría que este modelo de señales negativas. Sin embargo el menemismo también podría hacer gala de lo mismo, ya que durante aquellos años tuvimos que atravesar una seguidilla de crisis mundiales: Tequila, Tigres Asiáticos, Vodka y Caipirinha.
 ¿Mienten entonces los kirchneristas cuando hablan de los ’90? No necesariamente, pero si lo simplifican. Convierten a un gobierno en la causa de todos los males. Y sin intención de defender a Menem, lo cierto es que los que estuvieron antes que él hicieron desastres y los que vinieron después tampoco hicieron nada para solucionarlo. Y además simplifican el análisis al no observar el contexto internacional y nacional que produjo esas reformas y medidas.
 De todas maneras, hay una cosa que los kirchneristas nunca pudieron explicarnos: Si el menemismo en 10 años hizo desastres ¿por qué el kirchnerismo no pudo solucionarlos en 12?

4_Los 2000
Relato: “El kirchnerismo recibió un país en ruinas y lo puso de pie”

 Nuevamente mienten. El país estaba incendiado y en crisis luego del 2001, cuando las rutas del Interior estaba llenas de piquetes, había saqueos, cacerolazos y asesinatos en todo el país bajo estado de sitio. Esa situación siguió durante un tiempo más. Cabe recordar que ese estado de conmoción social se agravó después de los crímenes de Puente Pueyrredón que obligaron a Duhalde a adelantar las elecciones.
 Cuando Kirchner asume esa situación ya estaba apagada. No había tantos piquetes, ya no había cacerolazos, ni saqueos, no había asambleas barriales tampoco. Económicamente el país venía atravesando un proceso lento pero constante de reactivación. Gracias al trabajo sucio de Duhalde y Remes Lenicov de devaluar y pesificar los ahorros el país se encontraba aumentando la exportaciones y, muy modestamente, la producción industrial. Para mayo de 2003 ya había terminado la recesión, el desempleo había bajado y las cuasi-monedas habían desaparecido. También para comienzos de ese año Lavagna había logrado un principio de acuerdo con el FMI. De hecho uno de los principales argumentos para votar por Kirchner era la promesa de continuidad.
 Lo que si se le puede reconocer a Kirchner es que produjo la aparición de actores relativamente nuevos en la política nacional (en especial los santacruceños) y sepultó para siempre a muchos actores desgastados, como Menem, Duhalde y parte importante de la UCR. También se le puede reconocer que el hecho de haber logrado un altísimo grado de imagen positiva devolvió la confianza de la gente en su Gobierno luego del “Que se vayan todos”.

 Pero no se le puede reconocer haber tomado un país al rojo vivo y haberlo estabilizado. Sencillamente porque no es verdad.