domingo, 22 de noviembre de 2015

Ya se terminó

Si, ya pasó. En 18 días se termina esto.

Ya se termina el Congreso escribanía y el poder judicial cooptado o perseguido.

Ya se termina el apoyo a los más impresentables y autoritarios gobernadores feudales asesinos.

Ya se termina el vergonzoso alineamiento de nuestro país con regímenes totalitarios: Venezuela, Cuba, Angola, China, Irán y Rusia.

Ya se termina el infantilismo de no admitir errores y encubrir miserias con la excusa de "los medios mienten".

Ya se termina esa costumbre cuasi-religiosa de ponerle Néstor Kirchner a todo y de equiparar a Néstor y Cristina con dos semidioses. Se termina la re-escritura de la Historia.

Ya se termina el gobierno que durante 12 años dejó que el narcotráfico atraviese las fronteras y financie campañas electorales.

Ya se va a terminar ese manejo de los medios, beneficiando a los periodistas y empresarios amigos con millones mientras al mismo tiempo, hipócritamente, se ataca la concentración mediática.

Ya se terminan los subsidios escandalosos y el despilfarro, que sirve para maquillar una situación económica grave.

Ya se termina esa costumbre de tomarnos por idiotas, falsificando estadísticas y diciéndonos que estamos mejor que Alemania.

Ya se terminan las organizaciones "militantes" que meten gente en todos los ministerios o secretarías solo en base a su familia, sus amistades o su "militancia".

Ya se termina el verso de "no reprimir la protesta social" mientras los organismos de inteligencia y las fuerzas de seguridad espían opositores, y mientras barras bravas y patotas armadas tienen zonas liberadas.

Ya se termina este Estado elefantiásico donde se nombran centenares de cargos fantasma por decreto, día a día.

Ya se termina esa defensa boba de las empresas estatales, valorando más la "épica" y el nacionalismo en vez de exigir que sean eficientes y cumplan con su trabajo.

Y ya se termina nuestra etapa de golpistas, oligarcas, buitres, empleados de Magnetto. A partir de ahora seremos ciudadanos, volveremos a serlo. Como siempre. Ni enemigos ni amigos. Oficialistas, opositores, pero dentro de un juego político normal.

Se termina una etapa. Empieza otra. Hay que ser más ciudadanos que nunca, con valores cívicos y republicanos, para no repetir los erores del pasado. Pero mientras tanto es un momento de festejo. No todos los días cae una tiranía.

¡SALUD!

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