El objeto de este proyecto de ley es modificar la normativa ya existente que regula el sistema ferroviario: la ley 26.352 y el decreto 566/13
_Dice la ley en sus fundamentos: "Este proyecto tiene por objeto la recuperación definitiva de la administración de los ferrocarriles por parte del Estado, partiendo de la idea central de que el mismo puede gestionar incluso de una manera más eficiente que los privados".
Pero posteriormente hace un raconto histórico sobre las políticas ferroviarias de las últimas décadas y muestra como en manos estatales ese servicio también deficiente, más allá de su privatización también fue deficiente. Se encuentra entonces una contradicción.
También es lamentable que ponga como ejemplo la estatización de Perón de 1949, en la que se compró por un precio muy alto un sistema obsoleta que los ingleses estaban a punto de dejar.
_Más adelante enumera los logros en materia ferroviaria desde 2003 en adelante. Bastante descarado viniendo del Gobierno que carga con los 52 muertos en Once, entre otras tragedias, que tuvo a cargo del transporte a un delincuente como Ricardo Jaime, que anuncio una y otra vez el soterramiento del Sarmiento que nunca llega, y que durante más de una década le dio subsidios millonarios a las mismas empresas privadas que hoy acusa de ser ineficientes.
_A lo largo de toda la ley se habla de delegar en empresas públicas o privadas el funcionamiento del sistema ferroviario (art. 2 inc. b; art. 4; arts. 14-17) o de renegociar las concesiones ya existentes (art. 3). Entonces lo que anunció la Presidenta en la apertura de sesiones es inexacto: En los hechos no se estatiza nada que no esté ya estatizado. Esto va más allá de la consideración personal que se pueda tener sobre la necesidad de que los trenes sean estatales o no. Es un señalamiento a la incoherencia del propio Gobierno.
_El artículo 3 establece que el Estado debe rever las concesiones otorgadas a Nueva Central Argentina, Ferroexpreso Pampeano y Ferrosur Roca (transporte de cargas), y a Metrovías y Ferrovías (transporte de pasajeros) para, en el último de los casos, quitarles esas concesiones.
Resulta que no es necesaria una nueva ley para eso. Esas atribuciones ya están presentes en la ley ferroviaria actual y le corresponden a la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT). Sin ir más lejos eso es lo que viene haciendo el Gobierno desde 2012.
_El artículo 4 crea un Registro de Operadores de Carga y abre el transporte de cargas a todo tipo de operadores.
Este aspecto es positivo aunque debe reglamentarse correctamente.
_El artículo 6 crea una nueva empresa llamada Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE). Tendrá la mayor parte de las acciones de las ya existentes (OFSE), (ADIF) y Belgrano Cargas y Logística. Estas empresas seguirán existiendo y sus directores formarán parte, junto con un representante de la Secretaría de Transporte y dos representantes sindicales, del directorio de FASE. Su función será la planificación de políticas ferroviarias y el control de las concesiones.
Este es un cambio innecesario. En la actualidad esas tareas corresponden a la Subsecretaría de Transporte Ferroviario y, en parte, a la CNRT, además de la propia Secretaría de Transporte (y el Ministerio del Interior). Si esos organismos no funcionaron bien en el pasado ¿por qué ahora un nuevo organismo si lo haría?
_En el directorio de FASE hay presencia sindical (presumiblemente de la Unión Ferroviaria y de La Fraternidad) pero no hay representación de los usuarios. Sería bueno que en Diputados se agregue y parece ser que así será.
_El artículo 15 deja abierta la puerta para las tercerizaciones. Va a haber que tener especial cuidado con este tema.
Conclusión
La ley tal como está cambia muy poco ya que las nuevas funciones que se crean están presentes en los organismos actuales.
Recomendaciones
Más allá de esta ley hay aspectos que merecen ser tenidos en cuenta para la próxima política ferroviaria:
_Que se investigue y se abran causas para juzgar a los responsables del vaciamiento del sistema.
_Que se trabaje (con traspaso de fondos incluido y de forma en el traspaso de las redes metropolitanas (Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Urquiza, Belgrano Sur y Belgrano Norte) a la CABA y la Provincia de Buenos Aires.
_El Estado Nacional debe asumir el manejo de aquellas redes ferroviarias que ocupan largas distancias y atraviesen varias provincias, sin dejar la puerta cerrada a que lo puedan hacer también particulares.
_De la misma manera debe manejar el transporte de cargas, tal como lo hace en la actualidad.
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