viernes, 22 de abril de 2016

El "regreso" de Cristina y la lógica kirchnerista

 Mucha conmoción generaron los discursos de la ex-Presidenta tanto en Comodoro Py como en Congreso. Palabras fuertes contra este Gobierno y una arenga a la tropa de los "soldados de la Jefa", además de llamar a un "frente ciudadano".

 Este acto nos vuelve a mostrar la verdadera imagen del kirchnerismo: Un movimiento mesiánico cuasi-religioso con aspiraciones totalitarias que de político no tiene nada. El famoso "volvió la política" es una vil mentira, porque lo que volvió fue la violencia política (verbal, con algunos incidentes de violencia física) y el enfrentamiento, como no se veía desde los 70 y desde el primer peronismo.

 Estos días vimos a los militantes kirchneristas de diferentes agrupaciones volviendo a considerar que la Presidenta es la verdadera jefa de la oposición, expresando que el kirchnerismo volvió a tener fuerza, que Macri está preocupado, que, en definitiva, nunca se fueron. Pero la realidad es que si se fueron. No ganaron en primera ronda y después perdieron en el ballotage.

 A nivel provincial, Cambiemos gobierna en tres de los cinco distritos más importantes (PBA, CABA y Mendoza), en tanto que en los restantes gobierna UNA (Córdoba) y el PS (Santa Fe)

 Con respecto al resto del país, de 19 provincias el FPV y sus aliados gobiernan, es verdad, en muchas provincias. Pero la mayoría de esos gobernadores no provienen del kirchnerismo, sino del PJ y de gobernadores que han sabido adaptarse a los tiempos de la política y han tenido travesías en el menemismo y el duhaldismo. Con toda seguridad estos kirchneristas no dudarían en convertirse al próximo liderazgo. Cabe recordar que la Cámpora y el sector más K quedaron afuera de los puestos importantes en las internas del PJ.

 Las únicas dos provincias en donde se puede decir que gobiernan los K son Santa Cruz por medio de Alicia Kirchner y Tierra del Fuego por medio de Rosana Bertone. Entre paréntesis, estas gobernadoras han sabido reclamarle al presidente por fondos, llevaron a cabo brutales ajustes y no dudaron en usar a las fuerzas policiales para reprimir. Si los kirchneristas pretenden ver en estas dos personas a la "resistencia" entonces es una resistencia bastante mediocre.

 En el Congreso se dan situaciones parecidas. En Diputados el FPV es la primera minoría, pero ya sufrió un éxodo de legisladores y, conforme avance la interna del PJ, ese número podría incrementarse. En Senadores si es mayoría, aunque los recientes debates por el acuerdo con los hold-out demostró que la negociación es posible. En resumen, el kirchnerismo (que por cierto, aunque suene raro decirlo, no todo FPV es kirchnerista) tampoco manda en el Congreso. Y Cambiemos supo negociar y hacer pasar por un tubo sus proyectos de ley y decretos.

 Finalmente, la Justicia, la cual obviamente no debe ser partidaria, pero muchos recordarán como los jueces federales y la mayoría automática de la Corte fue un baluarte del menemismo durante los años de De la Rúa y Duhalde. En este caso la Corte está lejos de representar un bunker kirchnerista y la justicia federal que durante tantos años hizo la plancha avanza día a día en causas contra funcionarios del pasado gobierno e inclusive contra la ex-presidenta.

 ¿Entonces? ¿Por qué los kirchneristas están tan convencidos del regreso de su jefa? Por un acto multitudinario. No importan los votos, no importa que ayer nomás perdieron, no importa que toda esa gente que aparecía ahí sería apenas poco más de un punto electoral. No importa que al mismo tiempo que la ex-Jefa decía sus cosas a los gritos y bailaba como desquiciada la Argentina salía del default, los bonos argentinos eran furor en todo el mundo y desde medios del exterior se hablaban maravillas de Mauricio Macri. Tampoco importa que todos los años para el 24/3 los partidos de izquierda copan la Plaza de Mayo pero después cuando hay elecciones a duras penas pueden pasar del 3% entre todos.

 La política para estas personas pasa por llevar más gente. No es así. A lo mejor en los sistemas políticos que ellos admiran. Pero en un sistema republicano y democrático como éste (o como pretende serlo) el poder pasa por ejercerlo desde los espacios reales de poder, por tener gobernabilidad y por no tener una oposición que obstruya. Y eso el kirchnerismo no lo tiene.

Es duro, pero es así. Resígnense

No hay comentarios:

Publicar un comentario