viernes, 3 de junio de 2016

Los límites y errores del #NiUnaMenos

 Se cumple un año de la multitudinaria manifestación contra la violencia de género y lo femicidios que llevaba la consigna #NiUnaMenos. Este año se repite, ahora con otra consigna más, #VivasNosQueremos.

 Nadie duda de las buenas intenciones de quienes convocan y participan. Pero creo que es una consigna limitada que incurre en varios errores groseros.

 La primera de ellos es la consigna en sí. ¿Qué quiere decir exactamente "ni una menos"? Si la idea es marchar contra los asesinatos de mujeres o la violencia entonces es una idiotez. Está mal asesinar a cualquiera, sea hombre o mujer bajo cualquier circunstancia. Y yendo a un caso extremo, sabemos que matar en legítima defensa está permitido ¿acaso ese derecho se pierde porque la persona sea mujer?

 Está bien marchar porque "está mal matar mujeres", pero eso resuelve poco. Quienes matan mujeres seguirán haciéndolo, quienes les pegan lo harán también y quienes violan no se van a detener. Me gustaría saber si desde hace un año el número de víctimas o denuncias bajó. Apuesto a que no.

 Entonces a mi entender el tema está mal planteado. Por un lado, muchos de los reclamos pretenden crear una suerte de sistema legal y judicial paralelo, con jueces para mujeres, abogados para mujeres, fiscales para mujeres, secretarías para mujeres, ministerios para mujeres, etc. en vez de simplemente pedir que los funcionarios actuales cumplan con el deber constitucional de ayudar al débil y sancionar al agresor. Además como si más reformas legales fueran a cambiar algo, siendo que, desde los papeles, este país es muy feminista (hay una ley de cupo en las listas electorales y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer tiene jerarquía constitucional).

 Y aquí va mi otra crítica: Por más que quieran disfrazarlo, la violencia contra las mujeres no está socialmente aceptada ni tolerada. Basta ver las opiniones que generan la noticias de mujeres golpeadas que las de hombres golpeados, y como los hombre tienen prohibido siquiera agredir o insultar a cualquier mujer (no por nada al hombre que golpea se lo llama "poco hombre"). Las mujeres tienen a su favor una figura específica en el Código Penal (femicidio), líneas de emergencia para enfrentar la violencia y con toda seguridad que las mujeres delincuentes cuentan con ventajas legales a la hora de ser castigadas por la justicia.

 ¿Quiere decir eso que las mujeres no sean perjudicadas en la sociedad? De ninguna manera. Todos sabemos que las mujeres si sufren opresión, basta ver el acoso, la cosificación, las dificultades que tienen para acceder al estudio o al trabajo, las dificultades extra que tienen las madres solteras, el aborto, etc. Y esos temas, en muchos casos, si están socialmente (e incluso legalmente) aceptados. Ahí hay que dar pelea, en el tema cultural. O dicho en otros términos, la violencia verdadera es la simbólica.

 Entonces, mis críticas a este movimiento (que, reitero, está muy bien intencionado y que seguramente tiene consecuencias positivas, el más importante de ellos visibilizar el problema) se resumen en que confunden las cosa: Pretenden poner como núcleo central del problema la violencia física que es importante pero es un aspecto secundario en el sexismo de la vida diaria y cuya resolución es legal. La verdadera batalla tiene que ir por el lado cultural, para derrotar a los estereotipos, asegurar una auténtica igualdad de oportunidades y tratar un tema que en nuestra sociedad sigue siendo un tabú: El aborto.


PD: Otro riesgo en este tipo de convocatorias está en convertirlas en una guerra de los sexos. Eso es un grave error, porque tanto hombres como mujeres están inmersos en el sexismo cultural opresor. Los hombres, aunque sean los que tienen las de ganar, se ven obligados a ocultar sus sentimientos o a tener que ser heterosexuales, mientras que las mujeres no le escapan al machismo. Si la mayor parte de la sociedad es machista y las mujeres fueron tradicionalmente las encargadas de la crianza, entonces tienen un grado de responsabilidad. Ambos géneros (en general, sin individualizar) son culpables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario