domingo, 13 de septiembre de 2015

Scioli y la continuidad

 El kirchnerismo nos llama a votar por la fórmula Scioli-Zannini para no volver a los 90 y continuar con el modelo.

 Esa fórmula la conforman Daniel Scioli, el motonauta devenido en Diputado por el menemismo que se paseaba por los medios defendiendo la re-reelección. Durante el gobierno de De la Rúa Scioli aparecía como uno de los mayores referentes del menemismo porteño, siendo invitado al casamiento Menem-Bolocco y liderando la lista de Diputados del PJ de la Capital que en aquel entonces iba aliado al partido de Cavallo. Luego, durante la vorágine de fin de año, Scioli tuvo lugar para ocupar cargos durante los gobiernos de Rodríguez Saa y Duhalde.

 Y el segundo en la lista es Carlos Zannini, un eterno funcionario provincial santacruceño que acompañó la gestión de Kirchner desde que era Intendente de Río Gallegos en 1987 y posteriormente su gobernación entre 1991 y 2003. Por aquellos años, cuando Kirchner era considerado un seguidor de Cavallo, cuando Kirchner daba discursos al lado de Menem prometiéndole acompañar su “profundo proceso de transformación”, cuando el propio Kirchner viajaba el Congreso Nacional para festejar la privatización de YPF, cuando un par de años más tarde Kirchner se postulara para Gobernador compartiendo la boleta con la fórmula presidencial Menem-Ruckauf, en medio de todo eso Zannini acompañaba como un fiel compañero de ruta.

 Como dije antes, votar esta fórmula nos garantiza no volver a los ’90. Nos propone algo más acotado: Volver a los 2000. Por eso Scioli cuenta con un referente económico de la talla de Miguel Bein, que fue viceministro de Economía de José Luis Machinea y que durante el 2001, ya apartado de su cargo, fue un asesor del ministro Cavallo, a quien defendía públicamente en los medios. Y también con un referente como Mario Blejer, que luego de una década de servicios fieles como empleado del FMI y el BM en los ’90 fue recompensado con el cargo de Vicepresidente del BCRA durante el gobierno de De la Rúa.

 Precisamente para no volver a los 90 es que Scioli ocupó sus ministerios de personajes que nada tenían que ver con esa época.

 Como Alberto Pérez, que durante la década menemista fue Secretario General de la JP. Como Cristina Álvarez Rodríguez, que además de ser la sobrina nieta de Evita fue funcionaria de Ruckauf en Provincia. Como Ricardo Casal, quien ocupó cargos en los gobiernos de Cafiero, Duhalde, Ruckauf y Solá. Como Alejandro Granados, histórico caudillo de Ezeiza, intendente desde 1995, con antecedentes que incluyen matar ladrones a tiros y jugar picaditos con Duhalde y Menem. Como Jorge Telerman, embajador en Cuba por el menemismo, candidato a Diputado por la capital por el duhaldismo y posteriormente Vicejefe de Gobierno de Aníbal Ibarra (lo que se dice, un tipo versátil). Como Gustavo Marangoni, funcionario de Menem a principios de los ’90 y posteriormente empleado de Scioli en el Congreso mientras el ex motonauta era un acérrimo menemista. Como Santiago Montoya, que trabajó en el Ministerio de Economía en los ’90 cuando Cavallo era Ministro, encargado de gestionar los préstamos del BID y el BM.


 No hay duda alguna: La continuidad está asegurada.

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