jueves, 10 de septiembre de 2015

¿Por qué urge que gane Macri?

Si, sé lo que es y lo que hace el macrismo. Sé de los contratos millonarios a empresarios amigos, del cual el de Niembro es apenas la punta del iceberg. Sé de la UCEP, de las escuchas y de la represión en el Borda. Se del vaciamiento de los hospitales porteños. Sé de los referentes económicos del PRO que vienen del menemismo y el cavallismo. Todo eso lo sé. Y me repugna.

Pero también sé que el kirchnerismo hace todo lo mismo y más. Y también sé que los kirchneristas no tienen la menor autoridad moral para señalar con el dedo a los macristas por estos temas.

Entonces ¿ambos son igual de malos? Podría decirse, en líneas generales, que si. Entonces ¿da lo mismo que gane cualquiera de los dos? En lo personal pienso que no. Creo que hay tres motivos que justifican pensar que una victoria del macrismo sea preferible a una del sciolismo continuidad del kirchnerismo.

El primero de ellos es el impresionante poder que consiguió a lo largo de los años el kirchnerismo. Ocupando todas las dependencias del Estado con funcionarios adictos, utilizando al Congreso como simple escribanía y abusando de sus jueces y fiscales amigos. Seguir dándole poder a este movimiento resultará nocivo. Es seguir alimentando un monstruo. Un período al menos sin que ocupen el Estado servirá para oxigenar esta situación.

El segundo también es del tipo político. Bien es sabido que el kirchnerismo cuenta con gobernadores e intendentes feudales y antidemocráticos como aliados. Desde el Ejecutivo Nacional se ayuda a que estos personajes permanezcan en el poder. Un Ejecutivo diferente que ha apoyado en los últimos años a todas esas fuerzas que intentaron combatir a esos impresentables sería un un importante incentivo.

Y el tercer es del orden económico. Digamos las cosas como son: Gane Scioli o gane Macri (o gane Massa) la devaluación y el ajuste son inevitables. El enorme festival de gasto público y el sosten artificial del consumo que hizo este Gobierno ya son insostenibles. La diferencia radica solo en el grado de progresividad que Scioli o Macri (o Massa) elijan.

Sin embargo, la victoria de Macri trae algunas ventajas. Por empezar, un hecho ineludible: Macri es un candidato bien visto por los mercados, incluso los mercados internacionales. Y por más anti-imperialista o revolucionario que uno sea la realidad marca que no se puede vivir enemistado con los dueños de la manija. Por otro lado, es más seguro que Macri termine con tanto derroche en subsidios innecesarios y ministerios y secretarías fantasma creadas ad hoc por la Cámpora.

¿Por qué Macri y no otro opositor? Muy sencillo: No hay otro. Massa no llega y mucho menos los demás candidatos. Si el principal opositor fuera Massa o algún otro yo llamaría a votar por Massa o por ese otro. La urgencia viene por sacar a los que están ahora del poder. ¿Acaso en el 2003 no era preferible vota a Kirchner en el eventual ballotage antes que a Menem? Bueno, estamos ante una situación similar.

Por estos motivos considero que el apoyo crítico a la fórmula Macri-Michetti sin dejar de ser opositor a ellos, sin ocultar críticas y sabiendo las limitaciones de ese apoyo es lo más saludable para sanear el país.

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