sábado, 4 de febrero de 2017

La década del '70: Resumen definitivo

 Nuevamente volvió a la discusión política la cuestión de la guerra interna y la dictadura de la década de 1970. Honestamente el tema me tiene ya bastante podrido. Por eso escribiré este artículo en el cual resumiré mi postura al respecto siendo lo más abarcativo posible.

* En la década del '70 en Argentina se vivió una guerra interna en diferentes fases dependiendo de quienes sean los contendientes.

* Por un lado estaban las organizaciones subversivas como ERP o Montoneros. Se puede marcar como fecha de inicio de su acción el secuestro y asesinato de Aramburu y como fecha última la contraofensiva final de Montoneros en 1980. Es verdad que hubo actividades guerrilleras anteriores (Uturuncos, EGP, FAP) pero no están relacionadas directamente con las antes nombradas que actuaron en determinado contexto particular.

* Hubo cuatro contendientes:
_Los gobiernos de facto de Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustín Lanusse
_Los gobiernos democráticos de Héctor J. Cámpora, Raúl Lastiri, Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón
_Los grupos terroristas paraestatales de los últimos dos presidentes nombrados, sobre todo la Triple A
_El gobierno de facto de Jorge Rafael Videla (llamado eufemísticamente "el Proceso")

* El único bando que cometió errores o excesos fue el de los gobiernos democráticos y en menor medida los gobiernos de facto entre 1970 y 1973 (que buscaban una transición hacia la democracia). Todos los otros sectores, incluyendo a los subversivos, eran ilegítimos y terroristas desde el comienzo.

* Igualmente, el gobierno democrático llevó a cabo terrorismo paraestatal, lo cual es inconcebible. Extrañamente este hecho es muy poco recordado.

* Todo este enfrentamiento fue en el marco de la Guerra Fría, mediante el cual las guerrillas representaban al sector cubano-soviético (recibiendo entrenamiento y financiamiento) y sus contendientes a EEUU y las potencias europeas (militares instruidos en la Doctrina de la Seguridad Nacional y muchos de ellos provenientes de la Escuela de las Américas). No obstante, esa visión es demasiado simplista y no incluye algunas particularidades, como las excelentes relaciones de la última dictadura con los gobiernos de Cuba y la URSS, o las condenas internacionales que el gobierno de Videla recibió por parte del gobierno de Jimmy Carter.

* De la misma manera al hablar del Plan Cóndor y limitarlo a la última dictadura no se tiene en cuenta que las democracias peronistas colaboraron también con los intereses yanquis en la región (recordar el caso Prats).

* Las organizaciones subversivas aunque hayan luchado originalmente contra gobiernos de facto no buscaban establecer una democracia. Se consideraban a sí mismas como ejércitos en guerra y su objetivo era la implantación de una dictadura socialista. Los mismos objetivos mantenían durante el período constitucional, por lo que sus actos criminales también se dirigieron a gobiernos democráticamente electos.

* El Proceso se aventuró en una guerra contra la subversión pero cometió violaciones a los más esenciales principios de la guerra, y ataques sistemáticos y adrede sobre población civil, pensando que cualquier actividad sospechada de subversiva era sinónimo de lucha armada.

* Igual proceder tuvo el terrorismo subversivo, realizando atentados contra políticos, empresarios o familiares de militares. Es por eso que estos dos actores no cometieron ningún error ni ningún exceso, ya que sus actitudes eran premeditadas.

* Los militares que dan el golpe el 24 de marzo de 1976 lo hacen violando la Constitución y sin respetar ninguna legalidad. Y como se demostró en todas las sentencia desde el Juicio a las Juntas, fue innecesario (no había peligro real de que los subversivos tomaran el poder, el aparato legal del gobierno democrático era suficiente y no se agotaron todos los recursos lícitos).

* El Proceso contó con la ventaja de tener todo el aparato estatal bajo sus manos como poder de fuego y como seguro de impunidad.

* La intención del Proceso siempre fue militar: Derrotar a su enemigo tanto militar como culturalmente. Pero al respecto de esto último no diferenciaron entre combatientes, no combatientes y personas ajenas. Y no fueron errores, ya que los militares estaban perfectamente conscientes de eso.

* No hay ninguna duda que se trató de un plan sistemático. Un plan de secuestros, torturas y, en la mayor parte de los casos, asesinato y desaparición del cadáver.

* En conclusión, la diferencia entre el Proceso y los grupos terroristas es que los primeros tenían más poder. Es básicamente una diferencia cuantitativa. Pero en sus objetivos eran igualmente aberrantes, ya que los primeros intentaban hacer desaparecer totalmente a los subversivos y preservar cierta identidad nacional católica, en tanto que los segundos querían convertir a la Argentina en una dictadura socialista.

* Teniendo en cuenta el contexto anterior de enfrentamientos armados entre distintos bandos y sabiendo cuál era el objetivo de todos esos bandos se puede admitir que fue una guerra. Y sabiendo las condiciones en que se dio, el término "guerra sucia" es el más adecuado.

* No es incorrecto hablar de terrorismo, ya que todos los sectores ilegítimos (guerrilleros, paramilitares, militares del Proceso) decían perseguir objetivos puntuales pero intentaban atemorizar a la población con su accionar para limitar cualquier tipo de reacción o denuncia. Y por supuesto, que en un caso sea "terrorismo de Estado" no lo hace más terrorista que los demás.

* Llamarlo "genocidio" a mi entender es exagerado, ya que no hubo una cantidad desmedida de víctimas, ni absoluta ni relativamente hablando, cosa que si pasó en los demás genocidios de la Historia (Armenia, Holocausto, Holodomor, Camboya, Indonesia, Guatemala, Ruanda, Bosnia, kurdos de Irak). Si considero que existían intenciones genocidas y que se trató de eliminar a grupos "nacionales", entendidos no como un grupo nacional diferente al de los victimarios sino como un grupo diferenciado dentro de la misma nación y cuya eliminación era necesaria para forjar determinada nacionalidad. Pero como ya dije, esos planes no se llevaron a cabo con la intensidad necesaria como para considerarlo genocidio.

* Claramente el terrorismo paraestatal y estatal de la última dictadura califican como crímenes de lesa humanidad. El Estatuto de Nuremberg recoge en su definición la persecución con fines políticos y los ataques a la población civil con conocimiento de dicho ataque.

* No puedo dar una opinión sobre la calificación de los crímenes subversivos como crímenes de lesa humanidad. Si recuerdo que el atentado a la AMIA fue considerado de esa manera, y fue anterior al Estatuto de Roma (que dice que las organizaciones no estatales pueden ser igualmente autores de crímenes de lesa humanidad). Considero que no se puede descartar a priori esa calificación.

* La categoría "crimen de guerra" es más complicada, porque se trató de una guerra en donde no estaba bien diferenciada la categoría combatiente y la categoría civil. En mi opinión la categoría si podría usarse para tratar los combates previos a 1976, en donde había un gobierno legal y una situación de guerra mucho más clara.

* No fueron "dos demonios" con víctimas inocentes en el medio. Fueron dos sectores igualmente "demoníacos" en el que uno tenía mucho más poder que el otro pero no hubo, como ya se dijo, errores, excesos o "víctimas colaterales". Ambos sectores sabían perfectamente a quienes mataban.

* Los desaparecidos no fueron 30 mil. Ese número es insostenible desde cualquier punto de vista. Las estimaciones más serias aceran el número a entre 7000 y 8000. Y querer implantar que fueron 30 mil es implantar una mentira, un acto de deshonestidad intelectual.

* No recordar toda la guerra de los '70 es simplificar la Historia, faltar el respeto a una parte importante de las víctimas y echar un cruel manto de olvido.

* Un primer acto de reparación sería cambiar la ley 25.633 (declaración del Día de la Memoria) para que incluya la conmemoración no solo de las víctimas de la dictadura, sino también del terrorismo subversivo y paraestatal.

lunes, 30 de enero de 2017

Comentario a las opiniones de Gómez Centurión



 Terrible batahola levantaron las declaraciones del titular de la aduana, Juan José Gómez Centurión, sobre la última dictadura.

 Coincido con que no es lo mismo 8 mil verdades que 22 mil mentiras, tema que ya fue tratado en este blog oportunamente. Con respecto a su negación del plan sistemático de genocidio la discusión es más compleja.

 Textualmente las expresiones de Gómez Centurión son las siguientes:

"Yo lo que creo que fue es una reacción absolutamente desmedida combatiendo un plan de toma del poder concretamente. Si no salimos del relato y no caemos en un modelo de verdad es muy difícil entender qué nos pasó."

"Plan sistemático... son adjetivos."

"Yo no creo que haya sido un plan para hacer desaparecer a las personas. Fue un torpísimo golpe de Estado tomando el poder y lidiando contra un enemigo que no sabían como manejarlo, y que había arrancado en el 75 con una orden constitucional de aniquilamiento."

Ante la pregunta de si 8 mil desaparecidos son o no un plan sistemático, responde "Depende como se hayan producido". Luego agrega "Eso marca un caos, no un plan sistemático. La descentralización de la lucha lo que generó fue un plan caótico, no sistemático que exactamente es lo contrario. Sistemático es Auschwitz, un plan con ferrocarril que arma un campo de exterminio". Sobre los centros clandestinos de detención afirma que "Son lugares descentralizados donde se armó un modelo caótico de conducción de la guerra".

 La visión del titular de la aduana no es completamente novedosa. Es muy similar a la planteada en el Juicio a las Juntas, el cual afirmaba que no existió comando conjunto y que cada fuerza actuó por separado, pero compartiendo toda la dictadura un pacto de silencio e impunidad y un objetivo final: la eliminación física de los llamados subversivos.
 También es verdad que el uso del término "genocida" es discutible (tema también tratado en el blog). Y tiene razón también en señalar que la orden de aniquilar la subversión comenzó en un gobierno democrático, detalle que es casualmente olvidado por los peronistas.
 Considero que Gómez Centurión no es muy claro en sus palabras (y ciertamente el panel de periodistas que lo entrevista no ayuda). Negar a esta altura que las desapariciones formaron parte de una práctica sistemática y que la orden de hacer desaparecer físicamente a las víctimas fue algo premeditado es tapar el sol con un dedo. Nadie medianamente informado o serio puede decir que eso no existió. El propio Videla lo admitió.

 En resumen: ¿Se equivocó Gómez Centurión? La suya es una visión diferente, ya que ve al Proceso como algo militar, una guerra de contrainsurgencia (visión que no es exclusivamente suya). Pero se equivoca o es poco claro al hablar de las desapariciones: Pudieron no estar coordinadas entre las tres fuerzas y pudo no haber un destino final para todas las desapariciones, pero que se llevaron a cabo de forma sistemática por cada fuerza por separado pero con la complicidad de todo el Estado es una verdad innegable que sólo un ignorante puede desafiar. De ninguna manera se trató de hechos aislados y tampoco fueron errores, abusos o excesos, sino que fueron acciones muy bien premeditadas.
 No obstante, de sus palabras no se puede desprender una defensa de la dictadura, de hecho en varias partes de la entrevista condena lo sucedido, y tampoco habla nunca puntualmente de "casos aislados". Por eso creo que lo que más falta en su opinión es claridad de conceptos.

 ¿Debe renunciar? En lo personal opino que no, ya que se lo estaría juzgando por su opinión y no por su trabajo. Respecto a su opinión debe observarse si la misma hace apología del delito. Y no me parece que sea el caso.

 Por último, quisiera recomendarle a Gómez Centurión que sea más cuidadoso con sus palabras. Se trata de un tema sensible y que genera polémicas muy encendidas en la opinión pública. Y sin quererlo perjudica al Gobierno.

sábado, 28 de enero de 2017

Donald Trump y la hipocresía progre

 Desde la asunción de Trump debemos ver el constante llanto del progresismo en todos lados, en especial en EEUU (expresados por las líneas más radicales del Partido Demócrata) y Latinoamérica. Llegaban incluso a haber protestas antes que el propio presidente asumiera, protestando contra lo que iba a hacer. Las protestas se dirigían principalmente hacia tres aspectos: Su proteccionismo, su misoginia y sus políticas contra los inmigrantes.

 Esto es inaudito: Gente que nos habla de "vivir con lo nuestro" y "no importar un clavo", que habla de favorecer la industria nacional, que quiere tener una burguesía nacional y que quiere que la obra pública sea el motor de la economía de golpe se vuelve liberal y quiere libre mercado. Quieren que allá sean abiertos pero acá seamos cerrados. Igualmente no sería la primera vez que la izquierda es hipócrita con respecto a este tema, ya que durante años pedían que Cuba pueda comerciar libremente con el mundo ("abajo el bloqueo") pero que en nuestros países no podamos.

 Hemos vista protestas feministas de parte de cierta izquierda que usa los velos islámicos como símbolo del feminismo. Es realmente increíble: En los países islámicos las mujeres luchan por su derecho a llevar el cabello suelto y vestirse como quieren pero en EEUU deciden usar ese símbolo de opresión como símbolo de libertad. No tiene el menor sentido. Por supuesto que quienes tanto se horrorizan por las declaraciones de Trump miran hacia otro lado con respecto al sufrimiento de las mujeres en África o Medio Oriente. No sería raro que dentro de poco la ablación de clítoris sea símbolo de la liberación femenina.

 Con respecto a las políticas sobre inmigrantes, es extraño que los mismos que piden que EEUU no expulse inmigrantes sean los primeros en decir "¡fuera yanquis!" (como olvidar aquel histórico "¡Váyanse al carajo yanquis de mierda!") y son reacios a cualquier tipo de inversión extranjera (otra vez, el doble rasero sobre el proteccionismo). Y dentro de estas personas están quienes defienden al régimen cuasi-totalitario de Nicolás Maduro que ha cerrado sus fronteras y decidió expulsar inmigrantes colombianos. Están también quienes nada dicen sobre la opresión que padecen occidentales (cristianos y judíos) en los países islámicos. Y también están quienes nada dijeron en los 8 años de presidencia de Obama por la enorme cantidad de inmigrantes deportados.


 Dejo en claro que no coincido con el proteccionismo, ni con la misoginia ni con la expulsión de inmigrantes latinos o la construcción del muro. Sin embargo, yo estoy en contra de esas cosas, la haga quien la haga, sea demócrata, republicano, socialista, islámico o lo que fuera, sea en América del Norte, América Latina, Europa o Asia. Otros no pueden decir lo mismo.

domingo, 11 de diciembre de 2016

1 año de Macri: Muchas continuidades y pocos progresos

 Hace un año y un día Mauricio Macri asumía la presidencia la Nación. Prometía el cambio. Y 366 días después debemos decir que ese cambio fue muy limitado.

 Salieron del cepo, acordaron con los holdouts, volvió el debate al Congreso, la Argentina volvió a integrarse al mundo. Pero la mayor parte de las medidas quedaron truncas.

 Eliminaron retenciones pero incumplieron la promesa de bajárselas progresivamente a los productores de soja. Subieron el mínimo no imponible pero no actualizaron escalas ni alícuotas, dejándole todo servido a la oposición. Dijeron que iban a reducir el Estado pero echaron a muchos para reemplazarlos con los suyos, con los subsidios en los servicios tuvieron que dar marcha atrás y hoy en día el déficit es récord.

 Luego de varios meses los piqueteros y la burocracia sindical fueron recompensadas con millones de pesos mientras que a los trabajadores y a las pymes los impuestos los asfixiaron. En pocas palabras, el Gobierno macrista le agarró el gustito al poder y desde arriba, en vez de cambiar las cosas, profundizó las prácticas.

 En la economía las cosas no fueron tan bien. Obviamente sería muy necio echarle la culpa sólo al Gobierno, que también es verdad que recibió una herencia pesada. Pero la realidad es que el ajuste en estos meses lo vino haciendo el sector privado, no la política.

 Sin duda que durante todo este tiempo la no-victoria de Scioli y Aníbal fue un gran consuelo. Pero que el árbol no tape el bosque: Este año fue mediocre. No fue el infierno, tampoco fue el cielo. Y sería iluso pretender que en un año todo cambie. Y justamente, no cambió todo, pero si cambió muy poco.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los liberales y la "obsesión con el gasto público"

 ¿Cuantas veces quienes nos definimos como liberales debemos escuchar la misma crítica? Que supuestamente nosotros estamos obsesionados con el gasto púbico y el déficit. Bastante parecido a lo que dijo Máximo Kirchner hace unos meses, que pedía que los números cerraran "con la gente adentro". Piensan que los liberales somos monstruos que queremos que el Estado no gaste en la gente.

 Grave error. Si no queremos un aumento del gasto público es porque, precisamente, pensamos en la gente.

 Antes de preocuparse por lo que el Estado hay gasta hay que preguntarse de dónde obtiene esos fondos. Es claro: En su gran mayoría de los impuestos. Desde el más pequeño indirecto al más grande directo, todo va a parar al Estado, sea nacional, provincial o municipal.

 Parece una perogrullada, pero es necesario aclarar que para tener más gasto se necesitan más fondos. Y para tener más fondos aumentan los impuestos (ya sea porque lo pagan más personas o porque los que pagan deben pagar más). Y si aumentan los impuestos las consecuencias llevan a que la gente tenga menos plata, a que las empresas no puedan crecer y que, en última instancia, todos se vean perjudicados.

 Las otras maneras de financiarse son con emisión, provocando inflación, y con deuda, que tarde o temprano habrá que pagar, comprometiendo las finanzas públicas. Siempre es pan para hoy y hambre para mañana.

 Queda claro entonces que nadie ve la otra cara del gasto público: La recaudación. Y nadie toma en cuenta que al recaudar excesivamente los efectos son negativos. Pero entonces ¿no se puede diseñar entonces un sistema de impuestos para solventar el gasto necesario?

 En ese caso la pregunta que hay que hacerse es ¿cuál es el gasto necesario? Sin duda que los siguientes ítems NO lo son:

_Empresas deficitarias que son más ineficientes que sus competidoras pero que gracias a ser estatales cuentan con ventajas desleales.

_Planes sociales que se entregan sin ningún tipo de control y que terminan reemplazando el trabajo genuino.

_Pauta publicitaria para medios de comunicación.

_Secretarías, subsecretarías, direcciones, agencias, etc. completamente inútiles.


 Si estas cosas no existieran o estuvieran bien reguladas (caso de los planes sociales) harían falta menos impuestos. Y con menos impuestos el Estado podría organizar mejor sus finanzas, cumplir mejor sus funciones y, por otro lado, el pueblo tendría más dinero y más oportunidades para el progreso. Finalmente, la casta política tendría menos dinero para enriquecerse.

 Recientemente en el debate por las modificaciones por el impuesto a las ganancias vemos que de un lado el Gobierno quiere apenas subir el MNI y eliminar deducciones, olvidando su promesa de campaña. Y por el otro, el FR quiere aumentar considerablemente el MNI y reemplazar esos fondos con diversos impuestos (minería, renta financiera, juego). En ambos casos la recaudación no se discute, ningún proyecto plantea bajar el gasto.

 Todo lo que se dijo en esta nota es básico y hasta puede resultar bochornoso tener que decirlo de forma explícita. Es sencillamente una introducción, liberalismo para principiantes.

viernes, 28 de octubre de 2016

El innecesario debate por el voto electrónico

 Luego de su paso por Cámara de Diputados todo parecía ir perfecto para el oficialismo en su intento por implantar el voto electrónico, maliciosamente llamado "boleta única electrónica". Consistía básicamente en que la gente elegía su voto mediante la pantalla táctil de una computadora conectada a una impresora, la cual emitía el voto en una boleta que contaba con un microchip. La misma máquina servía para leer los microchips, de tal manera que el conteo era bastante rápido. Este mecanismo fue usado en la CABA el año pasado, previa experiencia en Salta.

 Debido a las enormes y justificadas críticas que este sistema generó (por ejemplo, el hecho de que los chips puedan leerse a distancia, puedan cambiarse o incluso que puedan quemarse, además de facilitar la compra de votos por medio de celulares) todo indica que en el Senado el proyecto sufrirá cambios. Las boletas no contarán ya con esos microchips, por lo que las boletas serán simplemente papeles comunes y ordinarios y el conteo será totalmente manual. Para agilizarlo se piensa agregar en vez del microchip un código QR.

 Es una buena noticia... o no tanto. Sin duda que un sistema de este tipo es mucho menos riesgoso y seguro que un chip implantado, y sin duda que disminuye mucho el clientelismo. Pero no se aleja el peligro mayor: La emisión del voto por medio de una máquina.

 Como siempre digo, sería necesario que cada votante audite su máquina al momento de votar para asegurarse que efectivamente no tenga ningún programa o dispositivo que sirva para registrar la identidad del votante. Y eso, además de ser imposible, también es engañoso, puesto que no todas las personas (y diría la mayor parte del electorado) tienen los conocimientos necesarios para eso. Si a eso se le agrega que este proyecto de reforma política pena con la cárcel a quienes realicen auditorías independientes el peligro es todavía mayor.

 En pocas palabras, siempre que entre el votante y la emisión de su voto haya una máquina intermedia existe riesgo de que el secreto del voto se vulnere.

 Por eso es que este debate es completamente inútil. Cualquier sistema de voto electrónico tendrá el mismo problema, y en vez de solucionarse los problemas del voto tradicional se van a complejizar y modernizar.

 El debate debería ser por la implementación del sistema elegido por la mayor parte de las democracias del mundo, elegida también en algunas provincias: El voto por medio de una boleta única de papel. Este método elimina la posibilidad de robo de boletas y asegura el secreto del voto. Puede ser vulnerado, es cierto, pero todos lo sistemas tienen sus debilidades. Se trata de buscar el menos malo. Y sin duda que este sistema es más apropiado. Después de todo no es voto electrónico con impresión de boletas con QR, el sistema usado en Venezuela.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Propuestas de reforma constitucional

Preámbulo:

Eliminar la mención a Dios

 Si bien la mención a "Dios, fuente de toda razón y justicia" no hace mención a ningún dios en específico (ya que con toda seguridad no todos los constituyentes de 1853 pertenecían a la misma religión) no deja de ser arbitrario que el texto constitucional haga referencia al mismo, ya que se corresponde con la fe personal de cada uno y sus características varían según el credo. Es comprensible que aparezca mencionado en documentos anteriores en épocas donde no estaba clara la separación entre Iglesia y Estado, pero al tratarse la nuestra de una época con un laicismo consagrado y aceptado unánimemente la mención a Dios resulta inaceptable.


PRIMERA PARTE

CAPÍTULO PRIMERO

Declaraciones, derechos y garantías

Artículo 2°: Basta de sostener el culto católico apostólico romano. Reemplazarlo por un artículo similar a la Primera Enmienda de EEUU.

 La Constitución de 1853 siguió con la costumbre de las constituciones anteriores que aportaban a la Iglesia. Debe entenderse que en el país hasta bien entrada la década de 1880 la Iglesia se encargaba (en algunos casos monopólicamente) de asuntos que posteriormente serían delegados en el Estado (educación, cementerios, registro civil, casamientos, asistencia social).
 En el siglo XXI que el Estado sostenga financieramente al culto católico es inconcebible y afecta la libertad religiosa, ya que pone a una creencia por encima de las demás. Es necesario consagrar finalmente el laicismo en la Carta Magna, y sugiero agregar un artículo similar a la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que es la base de su separación entre política y religión:

El Congreso no podrá hacer ninguna ley con respecto al establecimiento de la religión, ni prohibiendo la libre práctica de la misma; ni limitando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la asamblea pacífica de las personas, ni de solicitar al gobierno una compensación de agravios.


Artículo 5°: Agregar la educación inicial y secundaria.

 Desde un primer momento las Provincias estuvieron habilitados para legislar con respecto a la educación primaria. Con el paso de los años el Estado Nacional fue delegando también la legislación en cuanto a educación secundaria, a tal punto que hoy en día la educación inicial, primaria y secundaria correspondiente al Estado Nacional es mínima.
 Por lo tanto esa atribución debe consagrarse en el texto constitucional como parte de las atribuciones no delegadas al Gobierno Central.


Artículo 11: Actualizar los medios de transporte.

 Es un anacronismo hablar de carruajes o bestias y no mencionar el transporte automotor o aéreo.


Artículo 14 bis: Eliminarlo.

 Si bien las intenciones de este artículo pueden ser buenas lo cierto es que el mismo incurre en muchas faltas.
_"participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección": Esto atenta contra el derecho a la propiedad.
_"estabilidad del empleado público": Aunque pretende proteger a los empleados ante los cambios de Gobierno lo cierto es que su mención en la Constitución resulta una puerta abierta para todo tipo de licitaciones y contratos escandalosos.
_El segundo párrafo le da a los sindicatos un poder enorme, a tal punto que limita a ellos "el derecho de huelga".
_El tercer párrafo menciona al Estado haciéndolo responsable de la seguridad social de forma monopólica.
_Del mismo modo le otorga al Estado de forma compulsiva la participación en la administración del dinero de los trabajadores.

Por lo tanto, lo mejor es quitar este artículo. Esto no supone ningún riesgo para los trabajadores:
_Muchos de esos derechos aparecen ya consagrados en tratados internacionales de jerarquía constitucional, y de forma más democrática.
_El artículo 14 habla del derecho "de trabajar y ejercer toda industria lícita" pero "conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio". Es sabido que muchas leyes laborales fueron previas a la Constitución de 1949 y el artículo 14 bis.


Artículo 19: Eliminar mención a Dios.

 Nuevamente, otra mención religiosa innecesaria.


Artículo 25: Eliminar a mención a los europeos.

 Es un terrible anacronismo acusar de racistas o eurocéntricos a Alberdi o a los constituyentes por este artículo, ya que hay que entender que a mediados del siglo XIX el país se encontraba despoblado, los países europeos podían proveer de progreso y los países sudamericanos se encontraban subdesarrollados. Pero si resulta un anacronismo que la mención permanezca hoy en día, ya que el contexto es completamente diferente. El fomento a la inmigración europea debe quitarse, sin modificar la segunda parte que invita a la inversión extranjera.


CAPÍTULO SEGUNDO

Nuevos derechos y garantías

Artículo 37: Eliminar la mención del voto "obligatorio".

 El voto universal y secreto es un pilar de todo sistema democrático y republicano. No así su obligatoriedad, ya que muchas de las democracias más estables y desarrolladas del mundo no cuentan con sufragio obligatorio. Por ser un motivo de debate es que esa condición debe quitarse de la Constitución.


SEGUNDA PARTE

AUTORIDADES DE LA NACION

TITULO PRIMERO

GOBIERNO FEDERAL

SECCION PRIMERA

DEL PODER LEGISLATIVO

CAPITULO CUARTO

Atribuciones del Congreso

CAPÍTULO CUARTO

75 inc. 2 y 3: Eliminar la coparticipación.

 La coparticipación data de la década de 1930 en épocas de crisis internacional como método del Gobierno Federal para recaudar más impuestos, apelando entonces a los impuestos provinciales. Lo que debería haber sido una medida temporal se terminó convirtiendo en política estructural a tal punto de habérsele otorgado rango constitucional.
 Este mecanismo atenta contra el federalismo y las facultades delegadas a las provincias, cuenta con una redacción muy vaga con respecto a los criterios necesarios para la sanción de las leyes, le da un poder discrecional al Gobierno Federal y al Congreso nacional para repartir los fondos y, en los hechos, termina perjudicando las finanzas provinciales.
 Haber incluido la coparticipación federal en el texto constitucional fue un error serio que debe ser enmendado.


75 inc. 12: Eliminar el código del Trabajo y la Seguridad Social.

 Otra herencia de la reforma constitucional de 1957 que intentó diluir sin eliminar totalmente la de 1949 es el Código del Trabajo y la Seguridad Social que hasta el día de hoy no existe. Si se tiene en cuenta que el artículo 14 ya habla expresamente de leyes que regulen el derecho a trabajar, que las condiciones laborales no pueden sustraerse totalmente de los acuerdos entre privados y que codificaciones éstas podrían alejar inversiones o aumentar el trabajo precario, no resulta necesario en absoluto que exista un código semejante.


75 inc. 19: Agregar la obligatoriedad y laicismo de la educación.

 Una forma de homenajear la monumental ley 1420 de educación implica sumar a las condiciones de equidad y gratuidad de la educación pública la condición de laicismo. Y también agregar que la educación, pública o privada, debe ser obligatoria en los niveles inicial, primaria y secundaria.


75 inc. 20: Excluir crímenes de lesa humanidad de las amnistías.

 Los crímenes contra la humanidad son una afrenta a toda la raza humana y están sujetos a la legislación internacional. Deben excluirse entonces de la capacidad legislativa de los Estados la posibilidad de amnistiarlos.


SECCIÓN SEGUNDA

DEL PODER EJECUTIVO

CAPÍTULO PRIMERO

De su naturaleza y duración

93: Eliminar la mención a las creencias religiosas.

 Completamente innecesario. Las creencias deben ser privadas, aún tratándose de funcionarios públicos. La consagración del laicismo en el Estado debe ser total.
 Por otro lado, que se diga que deben jurar por sus "creencias religiosas" limitaría entonces a los ateos y agnósticos, que no poseen creencias.


97 y 98: Eliminar este formato de ballotage.

 Más del 45% o más de 40% con 10 puntos de diferencia es una diferenciación artificial. La mayoría debe ser absoluta, por encima del 50%, de manera de ser lo más representativa posible. Eso seguiría con la tradición de la constitución original que aunque adoptaba un sistema de voto indirecto el presidente era consagrado si tenía el 51% de electores.


CAPÍTULO TERCERO

Atribuciones del Poder Ejecutivo

99 inc. 3: Eliminar las atribuciones legislativas del presidente.

 La participación del Presidente en el proceso legislativo es incuestionable. Pero su atribución legislativa por medio de decretos de necesidad y urgencia es lamentable, ya que le da al Ejecutivo un poder que por naturaleza no le corresponde. Si bien existe cierto control parlamentario, esta atribución es una afrenta a la división republicana de poderes y contradice el artículo 76.
 Nótese como el artículo 29 prohibe la cesión de facultades extraordinarias (ejecutivo y legislativo) y de la suma del poder público (ejecutivo, legislativo y judicial). Siendo que el Presidente cuenta desde siempre con la autoridad para conceder indultos, es decir, una atribución judicial, el hecho de sumarle también atribuciones legislativas es muy cercano a la traición a la Patria.


99 inc. 5: Excluir crímenes de lesa humanidad.

 Hubo mucho debate con respecto a la inconstitucionalidad o no de los indultos concedidos a personas juzgadas por crímenes de lesa humanidad. A partir de la extradición de Priebke la jurisprudencia entiende que los crímenes de lesa humanidad exceden a los Estados y recaen en el derecho internacional, por lo que la voluntad del Estado Nacional sería irrelevante.
 Por lo tanto, es conveniente hacer una expresa mención a este principio, es decir, la exclusión de los crímenes más aberrantes de la capacidad de indulto. De esta forma la legislación argentina estaría de acuerdo con los principios establecidos en tratados de jerarquía constitucional, mediante los cuales el Estado asume el compromiso de castigar esos crímenes de acuerdo a su extrema gravedad.


99 inc. 12 y 14: Agregar a las FFSS

 El Presidente es comandante en jefe de las FFAA, pero también lo es de las FFSS de jurisdicción federal (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria). Habría que incluirlo expresamente en el texto constitucional, consagrando la reglamentación proveniente de las leyes nacionales de Defensa y Seguridad.


99 inc. 19: Aclarar cuáles son esos empleados.

 Recientemente hubo debates entre juristas por la decisión del Presidente Macri de nombrar a dos ministros de la Corte Suprema en comisión, y la justificación fue precisamente ese artículo. Una medida similar solo encontraba antecedentes en la presidencia de Mitre.
 Entendiendo que un juez de la Corte no es un "empleado" y siendo que esto puede generar problemas de interpretación debería hacerse una mención explícita de aquellos cargos que no pueden ser nombrados en comisión.


Disposiciones transitorias

Primera: Eliminarla.

 El reclamo por las Malvinas ha sido una constante en la política argentina desde hacia varias décadas, pero mencionarlo en la Constitución constituye un error grave:
_Consagra a nivel legal el irredentismo, una idea basada en sentimientos nacionales alejados totalmente de la racionalidad que debe imperar en los códigos legales.
_Limita al Poder Ejecutivo y al Congreso en su manejo de la relaciones exteriores.
_Técnicamente hablando los argentinos que no coincidan con esa visión estarían incurriendo una falta constitucional y podrían ser considerados incluso traidores contra la Nación (artículo 119).


Sexta: Eliminar la coparticipación.

 Ya fue comentado antes.