domingo, 1 de mayo de 2016

La ley de promoción del empleo joven: Una oportunidad histórica

 Por estos días vemos a políticos, sindicalistas, periodistas y gente del ámbito público en general debatir al respecto de una ley contra los despidos. Las claves de esa ley se pueden resumir en una prohibición general de despidos hasta 2017 (y retroactivo a marzo de este año), tanto en el sector privado como en el sector público. Le da también el derecho a los empleados de no ser despedidos ni siquiera por justa causa, caso que llevaría a una instancia de mediación bajo el cual aún se sigue percibiendo el salario. En caso de no haber acuerdo se obliga a la doble indemnización.

 Desde todo punto de vista esta ley es absurda y no soluciona nada. Solo provocará un incremento del trabajo en negro y a despidos masivos antes de que la ley salga. Es decir, provocará un efecto contrario al que se busca. El número de contratados en blanco en el mejor de los casos se mantendrá estancado, mientras los empleados en negro serán un nuevo "ejército de reserva". Por último, no puede soslayarse que una ley de estas características condena a las pymes y las pone ante el grave problema de no poder hacer frente a las dobles indemnizaciones.

(recientemente hay diputados de Cambiemos y el Frente Renovador que están intentando aliviar esos costos para pymes, lo cual puede ser un cambio positivo, pero terminará evitando que las empresas crezcan y contraten más gente)

 Sin duda que estamos ante una situación delicada. Y si bien la conservación de los empleos es algo importante lo que es aún más fundamental es la creación de nuevos empleos. Limitarse a lo primero es pan para hoy hambre para mañana. Una buena idea sería renovar el seguro por desempleo, cosa de la que se estuvo hablando en semanas anteriores y que exige una actualización inmediata (permanece en $ 400 hace diez años).

 Con respecto a lo segundo, la creación de nuevos empleos, el oficialismo y el Frente Renovador tienen en mente un proyecto de promoción del empleo joven, al que llamaron Mi Primer Empleo. El proyecto consiste en exenciones y subsidios para las empresas que contraten a jóvenes, anulando el límite de edad en las provincias del norte.

 Si bien todavía no tenemos el proyecto para leerlo y criticarlo no tengo dudas de que va en la dirección correcta. El Estado debe ayudar a las empresas, sobre todo pymes, a aliviar los costos de contratación de aquellos sectores que tienen más dificultades para conseguir trabajo. Una buena idea sería combinarlo de alguna manera con el plan Progresar, de manera de beneficiar aún más a quienes trabajan y estudian. Y en casos de emergencia laboral, extender ese plan a todas las edades.

 De este modo el Estado promocionaría el empleo joven, el sector más productivo de la sociedad. Y las empresas (quienes producen) verían aliviados sus costos. Así la economía logrará moverse.

 Estamos ante una oportunidad histórica: La de finalmente empezar a recompensar a genera riqueza.

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