viernes, 7 de abril de 2017

El poder de la calle y el poder en la calle

 Fui uno de los tantos miles que fueron al Obelisco el pasado primero de abril. Lo hice convencido de que era necesario expresar como ciudadanos nuestro apoyo (crítico) al Gobierno. De demostrarles que vamos a apoyarlos cuando quieran revertir el populismo y combatir a los corruptos. Y de dejarles bien en claro a los del club del helicóptero que no van a poder cumplir con su sueño.

 Resulta irónico que una manifestación callejera tenga como objetivo repudiar una manera de hacer política: El poder de la calle. Esa es la manera moderna de dar golpes de Estado que reemplaza a las revoluciones militares.

 Cabe recordar las destituciones ("golpes blandos") contra Raúl Alfonsín o Fernando De la Rúa. En ambos casos no se trató de golpes militares ni destituciones parlamentarias que puedan considerarse golpes palaciegos. Todo se hizo por medio de la acción en los barrios. Los saqueos, las zonas liberadas, las balas policiales. En 2012, ante olas de saqueos en algunas provincias (extrañamente los saqueos contra gobiernos no-peronistas terminan en desastre, contra gobiernos peronistas son rápidamente sofocados), la Presidenta Cristina Fernández dijo expresamente "Este es un manual de instrucciones políticas para saqueos, violencia y desestabilización de gobiernos". Más claro, echarle lavandina.

 Aquel viejo principio de la Constitución que decía que "el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes" quedó en el olvido. Impera la política de la fuerza y de la acción directa de las masas. Cuando son gobierno, apelando a las grandes movilizaciones, el clientelismo y los punteros, o cuando son oposición.

 ¿Y no estamos claramente ante otro intento? En un mismo mes hubo un paro docente con movilización en la Provincia de Buenos Aires (mientras en la mayor parte de las provincias gobernadas por peronistas los sindicatos lograron arreglar sin problemas), una manifestación bochornosa el 24 de marzo haciendo apología de las organizaciones armadas y llamando abiertamente a la destitución del Presidente, piquetes constantes que interrumpían el tránsito en toda la Ciudad y pedían abiertamente que los repriman, y un acto de la CGT que terminó con la convocatoria a un paro general luego de un violento altercado entre los popes sindicales contra la izquierda y el kirchnerismo.

 Y así es como unos pocos días después de la manifestación en apoyo a la democracia surgió el paro. Un paro con un corto acatamiento, en donde no faltaron las extorsiones y declaraciones desafortunadas, como la de Micheli diciendo que iba a cortar las calles todos los días si era necesario "para que caiga este modelo" o Viviani amenazando con voltear los taxis de sus compañeros que no adhiriesen al paro. Y así llegó el paro, con la izquierda copando las entradas a la Ciudad y el Microcentro, aunque esta vez las fuerzas del orden si actuaron.

 ¿Cuál es el sentido de todo esto? ¿Por qué siguen protestando? ¿Por qué si esperaron durante todo un año (el 2016, bastante malo) que la situación mejorara ahora que está mejorando se vuelven ultra-combativos? ¿Tiene algo que ver el año electoral? Que cuando se les pregunte el motivo de la protesta solo digan cosas genéricas y abstractas (cambiar el modelo, el hambre, los despidos) y que no puedan explicar porque van con los tapones de punta cuando todos los economistas de todas las corrientes coinciden en que la situación está repuntando ¿no dice algo?

 Ante quienes recurren al poder de la calle (de la movilización y de la imposición) el Gobierno debe recordar para que se lo votó: Para imponer el orden. La situación económica y social irá mejorando, y si empeora habrá tiempo para reclamar. Pero hay algo fundamental: El gobierno no debe dejar de recordar quién manda y que su mandato debe terminar en tiempo y forma. En otras palabras, debe recuperar el poder en la calle.

domingo, 26 de marzo de 2017

El discurso del acto del 24 de marzo: Reivindicando la contradicción

 El pasado 24 de marzo las organizaciones kirchneristas hicieron su acto en conmemoración por el 41° aniversario del golpe de Estado de 1976. Como era de esperarse lo que debería convertirse en una reivindicación de valores democráticos se volvió en un pretexto para criticar duramente al actual Gobierno y hacer, irónicamente, apología del golpismo. Ironías de la política.

 En una parte del discurso leído se menciona una defensa y reivindicación explícita de la violencia armada:

"En esta Plaza, recordamos las luchas en los ingenios azucareros, las Ligas Agrarias, el Cordobazo, el Rosariazo y las comisiones internas en las fábricas, el movimiento sindical, estudiantil y popular, la militancia en las organizaciones del Peronismo Revolucionario: UES, Montoneros, FAP, Sacerdotes por el Tercer Mundo y FAL; la tradición guevarista del PRT, Ejército Revolucionario del Pueblo; y las tradiciones socialistas y comunistas, Partido Comunista, Vanguardia Comunista, PCR y PST; y tantos espacios en los que miles de compañeros y compañeros lucharon por una Patria justa, libre y solidaria."

 Increíble. Ahora resulta que los grupos terroristas que mataron, secuestraron, torturaron, robaron, pusieron bombas y tomaron cuarteles bajo gobiernos democráticos y matando civiles inocentes son algo a "recordar". Sería bueno saber porque condenar a la dictadura implicaría defender el otro bando. Porque en una fecha en donde debemos recordar el triunfo de la democracia se recuerda a quienes no creían en la misma y por eso la combatían. En una fecha donde se condena la violencia estatal se recuerda y se defiende la violencia subversiva.

 Dejando de lado los errores (las FAL no eran peronistas, más  bien pertenecían a una tradición marxista multipartidaria) y omisiones (no mencionan a Política Obrera, el antecedente del actual Partido Obrero, ni a la militancia radical presente en la Junta Coordinadora o la Franja Morada, tampoco mencionan a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos) es interesante observar quienes son los reivindicados, además de las ya mencionadas organizaciones terroristas.

 ¿Qué pueden reivindicar del Partido Comunista? Es sabido por todos que no fue disuelto por la dictadura, sino que por el contrario simplemente se suspendieron sus actividades. Dirigentes del PC tuvieron reuniones con funcionarios de la dictadura y los militantes comunistas consideraban a Viola y Videla como parte de un eje más democrático y pro-soviético, por eso no dudaron en considerarla una dictablanda. Eso a pesar de la enorme cantidad de miembros del PC y la Fede desaparecidos.

 ¿Qué pueden reivindicar de un partido completamente minoritario y desconocido como Vanguardia Comunista? Por aquellos años el partido defendía únicamente al régimen estalinista de Enver Hoxha en Albania, un dictador sanguinario que estuvo más de 40 años al frente de su país, y que tenía tanto recelo por preservar al verdadero marxismo-leninismo que cerró su país completamente al mundo, haciendo que Albania sea hasta hoy unos de los países más pobres y corruptos de Europa.

 ¿Qué pueden reivindicar del PCR? Parece que se olvidaron de su defensa activa del gobierno de Isabel Perón y López Rega y su enfrentamiento con el resto de la izquierda, a los que consideraban como agentes golpistas pro-soviéticos. Años más tarde en democracia el PCR apoyaría las revueltas carapintadas.

 ¿Qué pueden reivindicar del PST? El partido de Nahuel Moreno (que en medio del Proceso cambiaría su nombre a MAS), quien vio con buenos ojos la llegada de Videla al poder y consideraba que al tratarse de simplemente un golpe militar llevado a cabo por "demócratas" su partido no correría peligro. Consideraba a Videla como "el dictador más democrático de América Latina", al mismo tiempo que sus partido era disuelto, sus actividades prohibidas y sus militantes perseguidos. En tanto Moreno vivía exiliado.


 De esta forma el discurso dice más que lo que está escrito. No solo reivindicaron y defendieron la violencia terrorista contra la democracia y los ideales totalitarios. Defendieron también la traición de los líderes a sus seguidores, la falta de ideales, los negociados políticos, la admiración por las dictaduras. Eso es lo que desde ese estrado dijeron quienes se consideraban a sí mismos "defensores de los Derechos Humanos". En el día para recordar a la democracia se recuerda a quienes atentaban contra ella, en el día para recordar la libertad se recuerda a quienes adoraban dictaduras, en el día para recordar el triunfo de la Constitución y las leyes se recuerda a la violencia. Y lo que es peor: Se reivindica a quienes no tuvieron problemas en negar sus ideales para salvarse ellos mismos.

 ¿A alguien le sorprende?

viernes, 17 de marzo de 2017

La izquierda cooptada por el populismo

 Hace más de 130 años llegaban al país los primeros inmigrantes de las grandes corrientes que terminaron moldeando la identidad argentina. En su mayoría españoles e italianos, pero también hubo lugar para británicos, franceses, rusos, polacos, árabes, turcos, armenios y gente de todos lados. Ellos trajeron sus valores, su cultura, su trabajo y a sus descendientes que terminaron reinventando a la Argentina.

 Pero también llegaron ideologías. El socialismo y el anarquismo vinieron de los barcos (en muchos casos escapando de la persecución ideológica) y se diseminaron entre los obreros. Y fue así como en pocos años los trabajadores empezaron a hacer huelgas y a reclamar por sus derechos. Las respuestas por parte del Estado iban desde la persecución y la represión a las concesiones que derivaron en las primeras leyes laborales de nuestra historia.

 Más allá de las diferencias, lo que caracterizó a estos primeros grupos anarquistas y socialistas fue su iniciativa. Fundaron imprentas, bibliotecas, clubes (El Porvenir, Colegiales y Argentinos Juniors los anarquistas, Chacarita los socialistas) y además se encargaron de dar trabajo y beneficiar a los de su clase. Así surgieron los gremios de trabajadores anarquistas (como la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos) y las cooperativas socialistas (como el Hogar Obrero).

 Hoy en día la situación es diferente. Mientras que en esa época los socialistas y anarquistas hacían defensa de la autogestión y no pedían al Estado más que leyes que los beneficiara, actualmente los partidos de izquierda no piden nada de eso. Piden que el Estado les de plata. Ya no hay autogestión, no hay cooperativas, no hay solidaridad clasista. Se trata de pedirle a los funcionarios que les den limosnas.

 Así se arruinan las luchas. No buscan trabajo, no crean trabajo. Piden que les regalen dinero. Claro que nada es gratis, y así empieza el largo proceso que lleva a la creación de la gente como Milagro Sala o D'Elia. Y finalmente la izquierda que se dice combativa y dice defender al trabajador termina llevándolo a la esclavitud del Estado burgués.

 Y como si fuera poco con estos pedidos perjudican a los de su clase. No solo por los problemas que generan los cortes o las protestas, también lo hace al exigir más gasto público. Eso implica más impuestos. Y eso implica menos plata para que el trabajador la gaste y ahorre.

 Los partidos de izquierda y las organizaciones sociales que dicen querer defender a los desocupados y los trabajadores los perjudican al pedirle dinero al Estado. Necesitan volver a las raíces. Quizás les baste con aprenderse la letra de La Internacional.

lunes, 13 de marzo de 2017

Olavarría: Cambiar para que nada cambie

 Hace casi un año cuando ocurrió la tragedia de Time Warp en Costa Salguero yo escribía un artículo tratando de ser lo más ecuánime posible en la búsqueda de responsables. Decía que era una estupidez señalar a alguien como el culpable cuando había una gran cadena de culpabilidades. Hoy, un día después de tragedia de Olavarría durante el recital del Indio, sostengo lo mismo.

 ¿Tiene responsabilidad el Estado municipal? Seguramente que si. Una irresponsabilidad total que una ciudad chica y distante organice un recital al que se tiene planificado que asista el doble o triple de gente de habitantes que tiene. Y una irresponsabilidad delegar todo en la propia organización del evento.

 ¿Tienen responsabilidades los organizadores? Por supuesto. La contra-cultura del Indio Solari convirtió lo que deberían ser recitales en auténticos rituales religiosos (el nombre "misa" no es en vano). La idea es la misma: Ir a dar el show a zonas alejadas y que haya descontrol total, ya sea por la cantidad de gente que va, con o sin entrada, el abuso de alcohol y drogas, la organización precaria de los recitales en cuanto a seguridad o contención. Y acá nadie puede hacerse el desentendido, ni los empresarios ni el propio Solari que siempre hizo un culto de esa forma tan desordenada y salvaje de dar shows y arengar a su público, además de convertir a sus conciertos en procesiones religiosas de centenares de miles de personas descontroladas.

 Y obviamente la culpa también recae en esta cultura del desorden, el exceso, la resistencia a la autoridad y la destrucción como parte de la diversión. Cada persona que fue al recital, sobre todo aquellos que fueron con sus hijos chiquitos, sabían lo que hicieron, y no hay "misa" que lo justifique. No es la primera vez que pasa, en cada recital del Indio ocurren cosas como estas. Esta vez pareciera ser que se tocó fondo.

 Entonces ¿cómo seguirá esto? Probablemente todo quede en la nada, admito ser pesimista en este sentido. A lo mejor hay algunos detenidos, algunos presos, algún que otro juicio político o una despedida de los escenarios. Me permito en este panorama preservar un poco de optimismo.

 Pero si algo enseñó Cromañón, Time Warp y la violencia en el fútbol es que por más que caigan algunos culpables los aspectos "culturales" son los más difíciles de erradicar. Hoy hay muertos o incidentes, después viene un tiempo de duelo y más adelante vuelven los mismos muertos y los mismos incidentes, y los cambios de raíz que eran necesarios nunca llegan. Y aquí no tengo contemplación: Soy completamente pesimista.

lunes, 6 de marzo de 2017

El nocivo 14 bis

Artículo 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial. 
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo. 
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.

 En la Asamblea Constituyente de 1957 se decidió incorporar este artículo a la Constitución Nacional, de manera de no eliminar completamente las "conquistas sociales" del peronismo luego de la derogación de la Constitución peronista de 1949. El artículo es finalmente consagrado en la reforma de 1994.

 Este bis pretende reconocer derechos sociales y laborales en consonancia con los tratados internacionales que Argentina firmó. Pero como se verá más adelante el espíritu entre este artículo y los de esos tratados es abismalmente distinto. En el caso del 14 bis hay groseras violaciones a los derechos constitucionales más elementales.

 Antes de pasar a ellos conviene recordar los artículos de los tratados: Artículos 22, 23 y 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, art. 22 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, arts. 8 y 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y art. 16 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).


Los trabajadores en las empresas

 El 14 bis asegura el derecho a la participación en las ganancias de las empresas, en el control de la producción y colaboración en la dirección. Tal principio es novedoso y no aparece en los tratados. Ni siquiera aparece en la Constitución de 1949.
 Este sencillo enunciado va en contra de la propiedad privada, ya que obliga al empresario a compartir su empresa (su propiedad) con sus empleados.


La protección contra los despidos

 Este artículo protege a los empleados de dos maneras distintas. A los empleados privados les asegura "protección contra del despido arbitrario". A los públicas, "estabilidad".
 En el primer caso se obliga a los patrones a disponer de mecanismos para preservar a sus empleados. No se consagra la indemnización ni el seguro de desempleo (cosa que aparece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos), sino que se impide a los empresarios a manejar el personal de sus empresas.
 En el segundo la imposición es aún mayor. Obliga al Estado a mantener su planta de trabajadores. Y al hablar de empleados públicos sin hacer más aclaraciones se termina atacando el federalismo, la autonomía municipal y la independencia de los organismo autárquicos, porque todos ellos junto con el Estado Nacional deben "preservar" a sus trabajadores.
 Por cierto una diferenciación de este tipo termina generando algo que los gobiernos deben evitar: El aumento de empleo público en desmedro del privado.


Poderes gremiales

 En primer lugar ¿por qué se usa el término gremio y no el más apropiado sindicato, que aparece en los tratados internacionales? Si bien todo sindicato es un gremio no todo gremio es un sindicato. Y es un término que incluso suena anacrónico.
 La mención de convenios colectivos consagra constitucionalmente el corporativismo. Ignora que puedan existir acuerdos laborales a pequeña escala por fábrica o por empresa, y no por sector.
 La estabilidad de los representantes gremiales representa un problema. Si bien la intención es evitar la persecución política, lo cierto es que gracias a esto se da lugar a todo tipo de abusos por parte de los delegados sindicales para cometer cualquier tipo de irregularidades sabiendo que sus puestos no corren peligro. Nuevamente aquí el Estado se inmiscuye en la libertad de los empleadores para manejar sus empresas.


El derecho de huelga

 El 14 bis consagra el derecho a la huelga, es cierto. Pero lo hace como atribución exclusiva para los sindicatos. Esto va a contramano del derecho internacional consagrado en el art. 8 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales que si bien incluye a la huelga en el artículo dedicado a los sindicatos no dice expresamente en ningún lado que sea solo para estos últimos.
 De esta manera se prohíbe constitucionalmente el lock out patronal, se limita el derecho a protestar a los trabajadores no sindicalizados (por ejemplo, los que se dedican a actividades relativamente nuevas) y, comparando el segundo párrafo con el primero, se prohíbe la huelga a los sindicatos que no tienen personería jurídica.


La seguridad social

 El tercer párrafo habla de la seguridad social y es muy claro: Se lo delega exclusivamente al Estado. De esta forma no permite la seguridad social privada. En muchos lugares del mundo existen cajas privadas para ahorrar para jubilaciones o hay bancos que ofrecen seguros de desempleo. Según el 14 bis estas atribuciones serían ilegales.
 Por otro lado y relacionado con esto último, los fondos de seguridad social deben ser administrados por los interesados con la obligatoria participación estatal. Nuevamente el Estado se adueña de bienes ajenos.
 Los tratados internacionales dicen cosas diferentes. Compromete a los Estados a asegurar que exista seguridad social, pero no los obliga a otorgarlos de forma monopólica.


¿Es necesario quitarlo?

 En mi opinión si. No hay dudas que un artículo como este no sirve para nada, ni desde lo teórico ni desde lo práctico.
 En virtud de los tratados internacionales antes nombrados los derechos sociales y la seguridad social más elementales están constitucionalmente protegidos. No hay, entonces, motivo para que el 14 bis permanezca.

viernes, 24 de febrero de 2017

Los voluntarios docentes: Entre la pretensión y la realidad

 Ante la confirmación del paro docente para el 6 y 7 de marzo en las últimas horas se viralizó un Twitter el hashtag #VoluntarioDocenteNoAlParo, en el que personas de distintas profesiones se ofrecen para dar clases los días de paro.

¿Es posible hacer algo así?

 En primer lugar, para ejercer la docencia es condición sine qua non tener un título habilitante o al menos estar estudiando la carrera y ya estar avanzado en cuanto a materias. Estos títulos no se limitan sólo a los terciarios de magisterio o profesorados, ya que hay carreras universitarias que si permiten el ingreso a la docencia para aquellos que hicieron la capacitación docente respectiva. Quienes no lo realizaron podrían teóricamente anotarse en un listado diferente, cosa que se verá más adelante.

 En este caso estaríamos hablando de suplencias. Y obviamente no cualquiera puede participar. Es requisito estar anotado en el listado correspondiente en la Secretaría de Asuntos Docentes de cada distrito (si bien pueden anotarse en más de un distrito a la vez).

 Esos listados son el 108a (para quienes tienen título habilitante pero no se anotaron en el listado oficial, que es para aquellos en condiciones de titularizar cargos) y el 108b (similar al anterior, pero para quienes no terminaron su formación docente o eventualmente para algunas carreras universitarias sin tramo de capacitación). Pero ocurre que la fecha de estos listados es a futuro, y la correspondiente a este año fue el año pasado. Reciben esos nombres por ser los incisos a y b del artículo 108 del Estatuto del Docente de la Provincia de Buenos Aires. Tanto el oficial como los complementarios se refieren a la participación en actos públicos para el año siguiente de la inscripción.

 Existen otros listados, el 108a in fine y el 108b in fine, en los que pueden anotarse personas que tengan la intención de obtener horas ese mismo año tras un breve período de evaluación. También existen los listados de emergencia cuando ni siquiera se cubren los cargos con los dos listados complementarios antes nombrados.

 Entonces ¿podría el Gobierno provincial hacer un llamado de emergencia para cubrir cargos? Realmente no. Como todos saben las cuestiones sobre cargos docentes en escuelas públicas son jurisdicción municipal (artículo 203 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires). Por la propia estructura legal y además en virtud de la autonomía municipal (es cierto que en la Provincia de Buenos Aires no está reglamentada, pero si es reconocida tanto por la Constitución provincial como la nacional) el Gobierno de la Provincia no podría realizar algo así. Y aún si pudiera hacerlo el lapso de tiempo es muy corto y hacer esa cantidad de trámites en tan pocos días sería verdaderamente engorroso.

 Si podría echar mano de quienes ya están anotados en los 108a y 108b desde el año pasado. Pero como ya se dijo anteriormente, que el Gobierno provincial intervenga en la provisión educativa de cada municipio es inconstitucional.


 Más allá de la intención de quienes iniciaron ese hashtag y la intención de quienes lo continuaron, la realidad es que esa propuesta no es más que una simple declaración de una posición ante el conflicto docente. Ni más ni menos.

viernes, 10 de febrero de 2017

La operación contra Macri por el Correo: Matando moscas a cañonazos


 Hace un par de semanas se supo que el Presidente había enviado al helicóptero oficial de presidencia para ir a recoger a Uruguay a la Primera Dama y a su hija que estaban de vacaciones. Surgía entonces el debate sobre el uso y abuso del transporte oficial por parte de la familia presidencial.

 Pero desde redes sociales y portales de internet kirchneristas no se contentaron con eso y tuvieron que sumarle además el "descubrimiento" de las camionetas del banco suizo acusado de lavado de dinero cargando bolsos en el helicóptero. Claro que la opereta no duró nada y a las pocas horas se supo que se trataba de taxis ploteados con publicidad del banco que trabajaban en el aeropuerto.

 Con el asunto de la deuda del Correo pasó algo parecido: La fiscal afirmó que el acuerdo le iba a costar al país 70 mil millones de pesos. Entonces se viralizó en todos los medios que "Macri le perdonó 70 mil millones de pesos al padre". Cosa que a todas luces era mentira porque nunca pasó.

 Y luego, indagando mejor supimos que su otro cálculo, el de los 4 mil millones al día de hoy, también era falso. Supimos también que el cálculo estaba horriblemente hecho porque le agregaba intereses y cosas que no había que agregar. Entonces, sin corroborar nada y dejándose llevar por el sensacionalismo, desde redes sociales y portales pseudoperiodísticos divulgaron una media verdad, o mejor dicho, una mentira. Lo que era una sospecha sobre algo a futuro ellos lo convirtieron en una verdad inobjetable que ya había pasado.

 ¿Se puede criticar el acuerdo? Por supuesto: La idoneidad del funcionario encargado de negociar, el debate por la ley de Ética Pública al estar involucrado un familiar directo del Presidente, incluso se podía calcular cual era la quita real del plan de pago. Pero no pasó nada de esto, y los inadaptados de siempre terminaron enturbiando un debate al ponderar una mentira en vez de cuestionar lo realmente cuestionable.

 El afán del kirchnerismo por dar golpes de efecto le terminó jugando en contra. Otra vez. Es tanta la necesidad que tienen de sembrar la idea que el macrismo es tan corrupto como el kirchnerismo que no tienen problemas en divulgar mentiras o cosas sin comprobar que luego no resisten el menor análisis.

 Por eso que quiero recomendarle a quienes quieran ser oposición que tengan prudencia. Y que antes de divulgar cosas se fijen bien de dónde salen. Que una noticia salga de la página de los fiscales (Gils Carbó) hace sospechar a cualquiera.

sábado, 4 de febrero de 2017

La década del '70: Resumen definitivo

 Nuevamente volvió a la discusión política la cuestión de la guerra interna y la dictadura de la década de 1970. Honestamente el tema me tiene ya bastante podrido. Por eso escribiré este artículo en el cual resumiré mi postura al respecto siendo lo más abarcativo posible.

* En la década del '70 en Argentina se vivió una guerra interna en diferentes fases dependiendo de quienes sean los contendientes.

* Por un lado estaban las organizaciones subversivas como ERP o Montoneros. Se puede marcar como fecha de inicio de su acción el secuestro y asesinato de Aramburu y como fecha última la contraofensiva final de Montoneros en 1980. Es verdad que hubo actividades guerrilleras anteriores (Uturuncos, EGP, FAP) pero no están relacionadas directamente con las antes nombradas que actuaron en determinado contexto particular.

* Hubo cuatro contendientes:
_Los gobiernos de facto de Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustín Lanusse
_Los gobiernos democráticos de Héctor J. Cámpora, Raúl Lastiri, Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón
_Los grupos terroristas paraestatales de los últimos dos presidentes nombrados, sobre todo la Triple A
_El gobierno de facto de Jorge Rafael Videla (llamado eufemísticamente "el Proceso")

* El único bando que cometió errores o excesos fue el de los gobiernos democráticos y en menor medida los gobiernos de facto entre 1970 y 1973 (que buscaban una transición hacia la democracia). Todos los otros sectores, incluyendo a los subversivos, eran ilegítimos y terroristas desde el comienzo.

* Igualmente, el gobierno democrático llevó a cabo terrorismo paraestatal, lo cual es inconcebible. Extrañamente este hecho es muy poco recordado.

* Todo este enfrentamiento fue en el marco de la Guerra Fría, mediante el cual las guerrillas representaban al sector cubano-soviético (recibiendo entrenamiento y financiamiento) y sus contendientes a EEUU y las potencias europeas (militares instruidos en la Doctrina de la Seguridad Nacional y muchos de ellos provenientes de la Escuela de las Américas). No obstante, esa visión es demasiado simplista y no incluye algunas particularidades, como las excelentes relaciones de la última dictadura con los gobiernos de Cuba y la URSS, o las condenas internacionales que el gobierno de Videla recibió por parte del gobierno de Jimmy Carter.

* De la misma manera al hablar del Plan Cóndor y limitarlo a la última dictadura no se tiene en cuenta que las democracias peronistas colaboraron también con los intereses yanquis en la región (recordar el caso Prats).

* Las organizaciones subversivas aunque hayan luchado originalmente contra gobiernos de facto no buscaban establecer una democracia. Se consideraban a sí mismas como ejércitos en guerra y su objetivo era la implantación de una dictadura socialista. Los mismos objetivos mantenían durante el período constitucional, por lo que sus actos criminales también se dirigieron a gobiernos democráticamente electos.

* El Proceso se aventuró en una guerra contra la subversión pero cometió violaciones a los más esenciales principios de la guerra, y ataques sistemáticos y adrede sobre población civil, pensando que cualquier actividad sospechada de subversiva era sinónimo de lucha armada.

* Igual proceder tuvo el terrorismo subversivo, realizando atentados contra políticos, empresarios o familiares de militares. Es por eso que estos dos actores no cometieron ningún error ni ningún exceso, ya que sus actitudes eran premeditadas.

* Los militares que dan el golpe el 24 de marzo de 1976 lo hacen violando la Constitución y sin respetar ninguna legalidad. Y como se demostró en todas las sentencia desde el Juicio a las Juntas, fue innecesario (no había peligro real de que los subversivos tomaran el poder, el aparato legal del gobierno democrático era suficiente y no se agotaron todos los recursos lícitos).

* El Proceso contó con la ventaja de tener todo el aparato estatal bajo sus manos como poder de fuego y como seguro de impunidad.

* La intención del Proceso siempre fue militar: Derrotar a su enemigo tanto militar como culturalmente. Pero al respecto de esto último no diferenciaron entre combatientes, no combatientes y personas ajenas. Y no fueron errores, ya que los militares estaban perfectamente conscientes de eso.

* No hay ninguna duda que se trató de un plan sistemático. Un plan de secuestros, torturas y, en la mayor parte de los casos, asesinato y desaparición del cadáver.

* En conclusión, la diferencia entre el Proceso y los grupos terroristas es que los primeros tenían más poder. Es básicamente una diferencia cuantitativa. Pero en sus objetivos eran igualmente aberrantes, ya que los primeros intentaban hacer desaparecer totalmente a los subversivos y preservar cierta identidad nacional católica, en tanto que los segundos querían convertir a la Argentina en una dictadura socialista.

* Teniendo en cuenta el contexto anterior de enfrentamientos armados entre distintos bandos y sabiendo cuál era el objetivo de todos esos bandos se puede admitir que fue una guerra. Y sabiendo las condiciones en que se dio, el término "guerra sucia" es el más adecuado.

* No es incorrecto hablar de terrorismo, ya que todos los sectores ilegítimos (guerrilleros, paramilitares, militares del Proceso) decían perseguir objetivos puntuales pero intentaban atemorizar a la población con su accionar para limitar cualquier tipo de reacción o denuncia. Y por supuesto, que en un caso sea "terrorismo de Estado" no lo hace más terrorista que los demás.

* Llamarlo "genocidio" a mi entender es exagerado, ya que no hubo una cantidad desmedida de víctimas, ni absoluta ni relativamente hablando, cosa que si pasó en los demás genocidios de la Historia (Armenia, Holocausto, Holodomor, Camboya, Indonesia, Guatemala, Ruanda, Bosnia, kurdos de Irak). Si considero que existían intenciones genocidas y que se trató de eliminar a grupos "nacionales", entendidos no como un grupo nacional diferente al de los victimarios sino como un grupo diferenciado dentro de la misma nación y cuya eliminación era necesaria para forjar determinada nacionalidad. Pero como ya dije, esos planes no se llevaron a cabo con la intensidad necesaria como para considerarlo genocidio.

* Claramente el terrorismo paraestatal y estatal de la última dictadura califican como crímenes de lesa humanidad. El Estatuto de Nuremberg recoge en su definición la persecución con fines políticos y los ataques a la población civil con conocimiento de dicho ataque.

* No puedo dar una opinión sobre la calificación de los crímenes subversivos como crímenes de lesa humanidad. Si recuerdo que el atentado a la AMIA fue considerado de esa manera, y fue anterior al Estatuto de Roma (que dice que las organizaciones no estatales pueden ser igualmente autores de crímenes de lesa humanidad). Considero que no se puede descartar a priori esa calificación.

* La categoría "crimen de guerra" es más complicada, porque se trató de una guerra en donde no estaba bien diferenciada la categoría combatiente y la categoría civil. En mi opinión la categoría si podría usarse para tratar los combates previos a 1976, en donde había un gobierno legal y una situación de guerra mucho más clara.

* No fueron "dos demonios" con víctimas inocentes en el medio. Fueron dos sectores igualmente "demoníacos" en el que uno tenía mucho más poder que el otro pero no hubo, como ya se dijo, errores, excesos o "víctimas colaterales". Ambos sectores sabían perfectamente a quienes mataban.

* Los desaparecidos no fueron 30 mil. Ese número es insostenible desde cualquier punto de vista. Las estimaciones más serias aceran el número a entre 7000 y 8000. Y querer implantar que fueron 30 mil es implantar una mentira, un acto de deshonestidad intelectual.

* No recordar toda la guerra de los '70 es simplificar la Historia, faltar el respeto a una parte importante de las víctimas y echar un cruel manto de olvido.

* Un primer acto de reparación sería cambiar la ley 25.633 (declaración del Día de la Memoria) para que incluya la conmemoración no solo de las víctimas de la dictadura, sino también del terrorismo subversivo y paraestatal.

lunes, 30 de enero de 2017

Comentario a las opiniones de Gómez Centurión



 Terrible batahola levantaron las declaraciones del titular de la aduana, Juan José Gómez Centurión, sobre la última dictadura.

 Coincido con que no es lo mismo 8 mil verdades que 22 mil mentiras, tema que ya fue tratado en este blog oportunamente. Con respecto a su negación del plan sistemático de genocidio la discusión es más compleja.

 Textualmente las expresiones de Gómez Centurión son las siguientes:

"Yo lo que creo que fue es una reacción absolutamente desmedida combatiendo un plan de toma del poder concretamente. Si no salimos del relato y no caemos en un modelo de verdad es muy difícil entender qué nos pasó."

"Plan sistemático... son adjetivos."

"Yo no creo que haya sido un plan para hacer desaparecer a las personas. Fue un torpísimo golpe de Estado tomando el poder y lidiando contra un enemigo que no sabían como manejarlo, y que había arrancado en el 75 con una orden constitucional de aniquilamiento."

Ante la pregunta de si 8 mil desaparecidos son o no un plan sistemático, responde "Depende como se hayan producido". Luego agrega "Eso marca un caos, no un plan sistemático. La descentralización de la lucha lo que generó fue un plan caótico, no sistemático que exactamente es lo contrario. Sistemático es Auschwitz, un plan con ferrocarril que arma un campo de exterminio". Sobre los centros clandestinos de detención afirma que "Son lugares descentralizados donde se armó un modelo caótico de conducción de la guerra".

 La visión del titular de la aduana no es completamente novedosa. Es muy similar a la planteada en el Juicio a las Juntas, el cual afirmaba que no existió comando conjunto y que cada fuerza actuó por separado, pero compartiendo toda la dictadura un pacto de silencio e impunidad y un objetivo final: la eliminación física de los llamados subversivos.
 También es verdad que el uso del término "genocida" es discutible (tema también tratado en el blog). Y tiene razón también en señalar que la orden de aniquilar la subversión comenzó en un gobierno democrático, detalle que es casualmente olvidado por los peronistas.
 Considero que Gómez Centurión no es muy claro en sus palabras (y ciertamente el panel de periodistas que lo entrevista no ayuda). Negar a esta altura que las desapariciones formaron parte de una práctica sistemática y que la orden de hacer desaparecer físicamente a las víctimas fue algo premeditado es tapar el sol con un dedo. Nadie medianamente informado o serio puede decir que eso no existió. El propio Videla lo admitió.

 En resumen: ¿Se equivocó Gómez Centurión? La suya es una visión diferente, ya que ve al Proceso como algo militar, una guerra de contrainsurgencia (visión que no es exclusivamente suya). Pero se equivoca o es poco claro al hablar de las desapariciones: Pudieron no estar coordinadas entre las tres fuerzas y pudo no haber un destino final para todas las desapariciones, pero que se llevaron a cabo de forma sistemática por cada fuerza por separado pero con la complicidad de todo el Estado es una verdad innegable que sólo un ignorante puede desafiar. De ninguna manera se trató de hechos aislados y tampoco fueron errores, abusos o excesos, sino que fueron acciones muy bien premeditadas.
 No obstante, de sus palabras no se puede desprender una defensa de la dictadura, de hecho en varias partes de la entrevista condena lo sucedido, y tampoco habla nunca puntualmente de "casos aislados". Por eso creo que lo que más falta en su opinión es claridad de conceptos.

 ¿Debe renunciar? En lo personal opino que no, ya que se lo estaría juzgando por su opinión y no por su trabajo. Respecto a su opinión debe observarse si la misma hace apología del delito. Y no me parece que sea el caso.

 Por último, quisiera recomendarle a Gómez Centurión que sea más cuidadoso con sus palabras. Se trata de un tema sensible y que genera polémicas muy encendidas en la opinión pública. Y sin quererlo perjudica al Gobierno.

sábado, 28 de enero de 2017

Donald Trump y la hipocresía progre

 Desde la asunción de Trump debemos ver el constante llanto del progresismo en todos lados, en especial en EEUU (expresados por las líneas más radicales del Partido Demócrata) y Latinoamérica. Llegaban incluso a haber protestas antes que el propio presidente asumiera, protestando contra lo que iba a hacer. Las protestas se dirigían principalmente hacia tres aspectos: Su proteccionismo, su misoginia y sus políticas contra los inmigrantes.

 Esto es inaudito: Gente que nos habla de "vivir con lo nuestro" y "no importar un clavo", que habla de favorecer la industria nacional, que quiere tener una burguesía nacional y que quiere que la obra pública sea el motor de la economía de golpe se vuelve liberal y quiere libre mercado. Quieren que allá sean abiertos pero acá seamos cerrados. Igualmente no sería la primera vez que la izquierda es hipócrita con respecto a este tema, ya que durante años pedían que Cuba pueda comerciar libremente con el mundo ("abajo el bloqueo") pero que en nuestros países no podamos.

 Hemos vista protestas feministas de parte de cierta izquierda que usa los velos islámicos como símbolo del feminismo. Es realmente increíble: En los países islámicos las mujeres luchan por su derecho a llevar el cabello suelto y vestirse como quieren pero en EEUU deciden usar ese símbolo de opresión como símbolo de libertad. No tiene el menor sentido. Por supuesto que quienes tanto se horrorizan por las declaraciones de Trump miran hacia otro lado con respecto al sufrimiento de las mujeres en África o Medio Oriente. No sería raro que dentro de poco la ablación de clítoris sea símbolo de la liberación femenina.

 Con respecto a las políticas sobre inmigrantes, es extraño que los mismos que piden que EEUU no expulse inmigrantes sean los primeros en decir "¡fuera yanquis!" (como olvidar aquel histórico "¡Váyanse al carajo yanquis de mierda!") y son reacios a cualquier tipo de inversión extranjera (otra vez, el doble rasero sobre el proteccionismo). Y dentro de estas personas están quienes defienden al régimen cuasi-totalitario de Nicolás Maduro que ha cerrado sus fronteras y decidió expulsar inmigrantes colombianos. Están también quienes nada dicen sobre la opresión que padecen occidentales (cristianos y judíos) en los países islámicos. Y también están quienes nada dijeron en los 8 años de presidencia de Obama por la enorme cantidad de inmigrantes deportados.


 Dejo en claro que no coincido con el proteccionismo, ni con la misoginia ni con la expulsión de inmigrantes latinos o la construcción del muro. Sin embargo, yo estoy en contra de esas cosas, la haga quien la haga, sea demócrata, republicano, socialista, islámico o lo que fuera, sea en América del Norte, América Latina, Europa o Asia. Otros no pueden decir lo mismo.